José Pereyra: organismo debería ser “el más simpático”, con certeza de que “se puede trabajar de forma distinta”

José Pereyra en entrevista con EL TELEGRAFO.

En la última visita que realizó a nuestra ciudad el representante de las empresas en el directorio del BPS, José Pereyra, mantuvo reuniones con empresarios locales, con funcionarios de la sucursal del BPS, que incluyó una encuesta, y una entrevista con EL TELEGRAFO en la que habló de su gestión, su visión crítica, su contacto permanentemente en territorio, dejando en claro que su rol es defender “a la gente que está afuera del BPS”, como son los ciudadanos que aportan, “no a la que está adentro y menos a la gente que hace mal las cosas”.

Fiel a su compromiso cuando inició la gestión, a fines de 2021, de trabajar “como actuaríamos nosotros” si “tuviéramos una empresa propia o si la actividad dentro del Estado fuera parecida o tuviera los cimientos o la forma de trabajar que tenemos en la actividad privada”, semanalmente los miércoles “generalmente 2 o 3 de la tarde ya está el auto prendido para salir para algún lugar del Interior”. Estas salidas comprenden visitas a “empresas, el propio BPS, hablar con funcionarios, a veces también le agregamos viviendas vinculadas al BPS donde están los jubilados, los servicios mismos del organismo, en esta oportunidad no, pero también se hará en el Centro Comercial”.

A propósito de sus recorridos por el Interior, recordó lo expresado por un empresario de nuestro medio en cuanto a que “la anarquía que veía de afuera de lo que estaba pasando en BPS estaba directamente vinculada a que la gente no estaba haciendo lo que se le ordena por falta de control”. En esta oportunidad, en particular “fuimos a las oficinas del BPS y estuvimos reunidos sobre todo con empresarios todo el día, empresarios a veces referentes y a veces vinculados a diferentes ramos o sectores de la actividad”, puntualizó. A propósito de estos contactos, aludió a la realidad que padece el comerciante en esta parte del país, donde “el litoral está viviendo una coyuntura muy especial, la baja en lo económico, la situación sobre todo en la que está el medio que, por un lado, tiene la lucha contra el grande que compite con precios, porque este logra comprar a veces productos a mejor precio, y, por otro, la informalidad que tiene mejores precios porque no tiene que pagar impuestos”. Esta situación coloca al mediano comerciante “en la cuerda floja en coyunturas como estas”, observó. Incluso, se da la situación que luego de visitar a un empresario, al retornar a los dos o tres meses, este haya debido abandonar su actividad. “Lamentablemente es lo que vemos”, afirmó.

LAS MULTAS, MORAS Y RECARGOS

Consultado sobre si es posible cuantificar esta realidad a través de cifras de cuántos comercios han desaparecido a raíz también de la crisis generada por la diferencia cambiaria con Argentina, respondió que “ahí tenemos otro problema, que creo que las cifras son aún mayores de las que tenemos y están vinculadas a las multas, moras y recargos”, de empresarios que por esta razón no pueden cerrar.

Este “es un tema que hemos trabajado y que venimos reclamando dentro del organismo, y que estamos trabajando con algunos actores políticos” de diferentes partidos. A propósito de ello se refirió a la iniciativa de Cabildo Abierto, que “no la hemos visto”, pero en algún momento “dijimos que debía agregarse el tema de las multas, moras y recargos y de la usura que genera el propio Estado”. En su visión, “se venía hablando de la usura de los privados”, pero no es ajeno a ese comportamiento el Estado y el BPS en particular. Tal como lo citaba el propio Pereyra durante su campaña, “uno se puede olvidar del cumpleaños de un amigo, pero nunca de un vencimiento del BPS porque a la hora ya las multas y recargos son importantes”, refirió. Es por ello que “hay muchas empresas que ni siquiera pueden cerrar, eso es un tema no menor. Nosotros creemos que la situación es aún peor de la que pueden manejar las cifras”, afirmó.

“DEFENSOR DE UN SECTOR ATACADO”

Sobre este tema, la semana anterior mantuvo una reunión con legisladores de distintos partidos, donde “les presentamos” un trabajo realizado “por economistas, gente vinculada a las leyes, para que vieran de alguna manera la legislación vigente, las formas y la posibilidad de generar una nueva ley. Estamos trabajando en eso y trabajamos permanentemente tratando de actuar como grupo de presión o defensor de un sector que es atacado”, subrayó.

AFECTA A 60.000 EMPRESAS

Esta situación hoy “afecta a unas 60.000 empresas en todo el país”, aseguró el jerarca. “Nosotros damos un ejemplo: un empleado de la construcción en un momento determinado queda afuera del trabajo, se toma el atrevimiento de abrir una pequeña barraquita, porque donde él vivía había otra gente vinculada a la construcción y de repente se da cuenta que la cosa no funciona, queda en deuda, no puede pagar. Pasa el tiempo, en pandemia quedó con seguro de paro y se dio cuenta que no podía ir a seguro de paro porque tenía una deuda del momento que tuvo la empresa, por lo tanto no puede acceder a seguro de paro y además se enteró que mañana no se va a poder jubilar.

Este es un hecho que afecta a unas 60.000 empresas en todo el país y que para nosotros es importante que los legisladores tomen conciencia”, resaltó.
“En pandemia era un tema relevante y nosotros vimos que no solamente la estigmatización es al micro, pequeño y mediano comerciante, aquel que pone todo a su nombre”, para quienes, por otra parte, no cabe la justificación de que la legislación se argumenta en prevenir estafas, por cuanto quien incurre en hechos delictivos lo hace “a través de una sociedad anómina o una SRL”, observó. En cambio, en estos casos se trata de gente que “arriesga todo y que es un trabajador frustrado”.

“SI HUBIERA SIDO UNA PROMESA, LA CUMPLIMOS”

Cuando ingresó al BPS como director social, Pereyra había dejado en claro que no llegaba a esta institución para hacer amigos sino para trabajar. Sobre estas expresiones dijo “no era una promesa, y evidentemente si hubiera sido una promesa, la cumplimos porque es algo que nos pasa permanentemente”.
Citó un caso reciente, “en una de las sucursales” donde “gerente y funcionarios firmaron una carta de desagravio ante el BPS por declaraciones nuestras. Evidentemente que era una sucursal que no atendía, cerraba una vez a la semana para jubilados, pensionistas y discapacitados”, lo que “para nosotros sí es un agravio”, sentenció.

“Nosotros defendemos a la gente que está afuera del BPS, no a la que está adentro y menos a la gente que hace mal las cosas”, reconoció. Concretamente aludió al hecho de que “en las recorridas nos pasa que no nos encontramos con los gerentes” y para poder conocerlos citamos a una reunión “donde estaban los 23 gerentes del interior”, de los cuales sólo “conocíamos 4”. Eso implicó “que ahora marquen a la entrada y a la salida”, graficó.

COMPROMISO CON EL CONTRIBUYENTE

En su óptica, con esta forma de gestionar “se está desnudando que desde hace tiempo no se estaba cumpliendo (en) el directorio del BPS aquello que el director social, es social, no tiene ninguna línea político partidaria, no tiene acuerdos, no tiene palabra empeñada o dada en la forma de actuar, sino que actúa pura y exclusivamente en compromiso con la gente o con el ciudadano que es contribuyente y que aporta para que funcione un organismo tan importante desde el punto de vista simbólico para los uruguayos, porque es aquel al que uno acude cuando evidentemente está en su estado más vulnerable, cuando pierde el trabajo, cuando tiene un accidente y no puede trabajar más y queda discapacitado, cuando se va a jubilar”.

“Ese organismo debería ser el más simpático de todos y el esfuerzo lo estamos haciendo”, aseguró el entrevistado, al tiempo que reconoció que “esto genera una desconfianza en el resto del sistema que lo vemos permanentemente, no solamente en el resto de los funcionarios, que creo que muchos lo van entendiendo, sino en algunas autoridades del organismo”.

“TRABAJAR DE FORMA DISTINTA”

Preguntado si en realidad es posible un BPS menos burocrático, entendió que “sí” y que esa es “la aspiración” y “es un tema de trabajo; nosotros lo vemos en la actividad privada, lo que tratamos de imponer es nuestra forma de actuar”, explicó.

Esa señal se marcó desde el inicio de la gestión, cuando se seleccionaron 7 funcionarios entre los 3.600 del BPS en base al perfil, para integrar el equipo de trabajo de la oficina del representante de las empresas, tal como se haría en el sector privado. “Ningún amigo, ningún pariente, ningún tío, ningún primo y esa es la primera señal”, indicó, entendiendo que de esa manera “armando el equipo, teniendo charlas, planteándonos objetivos”, se puede “trabajar de forma distinta”.

Así lo hace el funcionario que lo acompaña en sus visitas al Interior, quien “empieza los lunes y llega los viernes a la casa, prácticamente teniendo solo contacto telefónico con la familia”, del mismo modo que “el resto de los funcionarios enganchados con actitudes, con cosas que están pasando, con casos a través de WhatsApp sábados y domingos, que para el que mañana nos pueda leer, no es normal”. Sin embargo “se puede; es un tema de cuánto ponemos nosotros de empeño y somos exigentes a la hora de pedir que las cosas cambien”.

Reconoció que “demoran muchos los cambios”, entendiendo que quizás habría que “exigir más políticas de Estado que más políticas de gobierno de turno, o de gestión de turno y de color de turno, como para volver a ser contratado por la ciudadanía” y, a la vez, ésta “todavía no ha entendido que es la que tiene el poder en todo esto y es quien termina resolviendo mientras, siempre y cuando sea libre, algo mejor cada 5 años”.

QUE SE ENOJEN, PARA GENERAR CAMBIOS

En su última visita a la Sucursal de Paysandú entregó formularios “para hacer una encuesta entre los funcionarios”, referida a la atención al usuario. “Lo tomaron muy bien”, indicó, sosteniendo que “no es normal” en el ámbito público sino que en realidad es propio de la actividad privada, “preguntarles a ellos mismos que a veces terminan siendo los culpables de que las cosas no funcionan y muchas veces es el propio sistema que los lleva a tener una actitud que no es la mejor”, observó.

Reconoció que esta iniciativa “no gusta ni va a gustar en las jerarquías, y será otro tema para generar conflicto dentro del directorio y seguir cosechando pocos amigos, pero si queremos generar cambios también tenemos que estar dispuestos a que otros se enojen con nosotros. Es algo que también creo que falta; la gente no quiere pelearse, no está dispuesta a tener la pasión suficiente como para incluso generar enemigos, que en realidad terminan siendo circunstanciales, porque si las cosas después se solucionan y el tiempo te da la razón, quien hoy se ve como enemigo mañana termina entendiendo el porqué se terminan haciendo las cosas así”, concluyó.