La jubilatoria es “una reforma con la que se quiere ahorrar perjudicando la calidad de vida de la gente”

El representante de los trabajadores en el directorio del Banco de Previsión Social (BPS) Ramón Ruiz, durante el acto del 1º de Mayo organizado por la Mesa Departamental del Pit Cnt, subrayó que la reforma jubilatoria aprobada es “una reforma con la que se quiere ahorrar perjudicando la calidad de vida de la gente, de los futuros jubilados y pensionistas. Es una reforma que comenzó con una ley que los trabajadores cuestionamos, la Ley de Urgente Consideración, cuando se formó una comisión de expertos”.

“Eso –destacó– dejaba fuera la participación social, tan necesaria e imprescindible para hacer una reforma de la Seguridad Social. No necesitábamos una comisión de expertos sino un gran diálogo nacional para buscar los mayores consensos sociales y políticos, porque una reforma a la Seguridad Social se tiene que resolver con diálogo y con grandes consensos”.

“No es posible que esta reforma traiga cosas buenas, cuando no se analiza lo que pasa en el mercado de trabajo”, expresó y agregó: “Es imposible que un trabajador pueda hacerlo hasta los 65 años. No solamente de la construcción, no solamente del sector rural o del sector doméstico. Sólo hay que preguntar, por ejemplo, a los asistentes personales que hacen un trabajo que también va a ser imposible que lo puedan cumplir hasta los 65 años. A ver si es posible que un trabajador de frigorífico pueda trabajar hasta los 65 años. En el transporte, en la salud, los trabajadores de la pesca del mar, pasados los 60 años ya no pueden trabajar”.

Apuntó a los empleadores al indicar que “hay una cultura empresarial que no soporta trabajadores mayores de 60 años en actividad. Basta con poner atención en lugares como el shopping que hay en la Terminal y ver que no hay trabajadores mayores atendiendo en los locales. Esa cultura empresarial impulsa la desocupación a los trabajadores mayores. Y esa cultura requiere de trabajadores jóvenes con bajos salarios y a veces hasta con poca especialización. Expulsan a los que tienen más experiencia, los más calificados están y por supuesto, los que ganan mayores salarios producto de esa trayectoria laboral”.

Opinó que “en el Uruguay va a pasar lo que pasó en otros países, donde se aumentó un retiro a una edad similar y más de la mitad de los trabajadores se quedaron sin trabajo, sin ingresos y sin Seguridad Social. Eso obligó a los Estados a hacer reformas sobre las reformas para que hubiera seguro de paro extendido, prórroga del seguro de paro y otros programas jubilatorios de retiro. Lo que ahorraron en la jubilación común, tuvieron que invertir en jubilaciones por incapacidad. Porque los trabajadores se enferman antes de llegar a los 65 años”.

UNA SEGURIDAD SOCIAL SIN AFAP

Por otra parte, Ramón Ruiz indicó que en 2022 las AFAP (Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional) “ganaron doce millones de dólares administrando los recursos, es decir los ahorros de los trabajadores. Desde 1995, cuando se aprobó este régimen mixto, con el sistema solidario por un lado y las AFAP por el otro, aseguramos que queríamos eliminar a las empresas privadas que lucran con la Seguridad Social. Porque el lucro es algo extraño, daña la solidaridad y necesitamos un sistema cada vez más solidario, más justo, más universal”.

Como empresas privadas “no van a hacer caridad con el dinero de los trabajadores pues tienen fin de lucro y tienen que estar fuera del sistema de Seguridad Social y el Estado. Porque no solamente hacen mucho dinero a costa de la Seguridad Social, sino porque cuando pagan las prestaciones, la renta vitalicia de una AFAP es de 7.000 pesos de promedio. Por lo tanto, no solamente que hacen mucho dinero, sino que pagan prestaciones muy bajas”.

Para Ramón Ruiz “se puede entre todos, construir una alternativa, pero no solamente los trabajadores; hay que sumar a los jubilados, a los cooperativistas, a los estudiantes, tenemos que abrazarnos con todas las organizaciones sociales que compartan nuestro objetivo de una Seguridad Social, solidaria, universal y sin AFAP. No podemos sólo los trabajadores torcer el sistema. Ante esta propuesta de recorte, tenemos que unirnos a todo el pueblo para elaborar un programa alternativo a este modelo desigualdad y esa otra reforma posible tiene que ser con diálogo. No puede ser que tres o cuatro líderes de los partidos de la coalición acuerden una reforma jubilatoria de espaldas a la gente. Y que esa reforma jubilatoria con acuerdo político para lograr una mayoría ajustada, sea el método”.

UNA MANERA DIFERENTE DE HACER UNA REFORMA

Para el representante de los trabajadores en el BPS, es necesaria una reforma jubilatoria que sea hecha “con participación, con diálogo”. Para lograr eso “tenemos que buscar los mayores consensos sociales y políticos. Tiene que ser una reforma integral de la Seguridad Social, porque no es solamente jubilaciones y pensiones. Tenemos que hacer entender al sistema político que las AFAP son un cáncer para la Seguridad Social. Que tenemos que eliminarlas y el Estado tiene que asumir un rol protagónico a la hora de administrar los fondos de pensiones, buscando la manera de hacer más equitativo el financiamiento del sistema”.
“No puede ser que un frigorífico pague lo mismo que una carnicería. Que un comerciante del centro pague lo mismo que un pequeño productor. Queremos una Seguridad Social solidaria, universal y sin lucro”, indicó.
Asimismo, hizo hincapié en que empresas hay empresas exoneradas de aporte patronal y las agro exportadoras que “están pagando muy poco a la Seguridad Social, 1,92%, mientras cualquier comerciante de la ciudad aporta 7,5%. Los agro exportadores aportan la cuarta parte de lo que los otros comerciantes. Pero hay trabajadores que aportan un 15% y la mayoría de las empresas un 7,5%. Hay cosas para hacer para que el que no aporta nada aporte algo, para que aporta poco aporte un poco más y para el que aporta 7,5% se ponga a tiro de lo que aportan los trabajadores.