El subsecretario de Industria, Energía y Minería, Walter Verri, participó en la Sexta Reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que tuvo lugar en Santiago de Chile. El foro se desarrolló en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la capital trasandina y en él Verri fue uno de los disertantes.
Destacó en ese ámbito, que Uruguay se posiciona “como la primera democracia plena de América y la quinta en el mundo. Además de estar entre los tres países más equitativos de América Latina, y en el lugar 58 en el ranking del año 2021 del Índice de Desarrollo Humano”, con lo que pretendió demostrar “la vocación del Uruguay por enfocar políticas bajo el modelo del desarrollo sustentable, muy en sintonía y concordancia con muchos de los objetivos de desarrollo sostenible definidos en la Agenda 2030”.
Explicó el impacto de la pandemia en el país, con “una erogación excepcional del Tesoro que, en el año 2021, fue de 1,6% del PBI”, generando una “profunda afectación de la economía, provocó endeudamiento y un inevitable enlentecimiento en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lo que nos obliga a acelerar el paso para recuperar el tiempo”.
Considerando uno de los ODS a nivel global, garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos, Walter Verri destacó que “el Uruguay inicia el proceso de transformaciones enfocadas en la primera transición energética del país, años antes de que fueran planteados los ODS en la Agenda 2030. Las reformas que llevaron a la diversificación de nuestra matriz de generación eléctrica comenzaron en el año 1997, con la ley de marco regulatorio energético y se consolidó en 2010 con un acuerdo multipartidario que fijó una Política de Estado Energética. Esta es coincidente con los enunciados y los plazos establecidos en la Agenda 2030, lo que explica que para 2015 Uruguay ya contara con indicadores que reflejaban una realidad energética transformada y encaminada a la concreción del ODS 7”.
Electricidad, combustible y energías limpias
Considerando que “Uruguay tiene una tasa de electrificación superior al 99,9 %”, anunció que la decisión en 2023 y 2024 es “completar el último paso que queda para llegar al 100% de electrificación, siendo sin dudas, muy complejo y costoso lograr este último 0.08%. También debo decir, que Uruguay completó su primer hito en este desafío que era lograr el 100% de electrificación de las escuelas rurales”.
También destacó ante las autoridades de América Latina y el Caribe reunidas en el foro, que “nuestro país se encuentra en el grupo de países que cuenta con un 95% de su población con acceso a combustibles y tecnologías limpias”, uno de los objetivos globales. Asimismo “Uruguay viene trabajando en la descarbonización de la matriz energética desde hace más de una década, con políticas y acuerdos multipartidarios que han permitido logros sumamente significativos como es la descarbonización prácticamente total de la matriz de generación eléctrica. En lo que refiere a consumo final,(estamos en el 60.1%), todavía queda camino por recorrer y sin dudas es más complejo y costoso”.
Hidrógeno verde
Walter Verri dijo más adelante que “en marzo de 2022, lanzamos un piloto de hidrógeno verde con un subsidio del Estado de 10 millones de dólares. Se presentaron 17 proyectos. En junio de 2022, lanzamos la Hoja de Ruta para el Hidrógeno Verde. En octubre de 2022, presentamos una edición de bono soberano de deuda, indexado a indicadores ambientales, de impacto en el cambio climático. El marco de referencia del bono, está alineado con la estrategia de financiamiento soberano de Uruguay basado en los compromisos asumidos en el Acuerdo de París”.
Asimismo, destacó que la “Ley de Presupuesto Nacional 2020-2024 declara explícitamente la intención del Poder Ejecutivo de incorporar las metas nacionales de adaptación y mitigación del cambio climático, en el análisis y concepción de la política económica y la planificación de las finanzas públicas”.
“Uruguay realiza esta serie de apuestas mirando al mundo, respetando la institucionalidad y en la convicción de que la democracia y la república son la mejor forma de defender la libertad y los derechos humanos. Sin embargo, la complejidad de los temas que abarcan los 17 ODS determina que su cumplimiento no sea solamente una responsabilidad del sector público, sino de toda la sociedad, requiriendo una activa participación de la ciudadanía en todos sus ámbitos, económico, político, laboral, social, académico”, explicó, para culminar indicando que “esta década, denominada ‘de la acción’, comenzó con enormes dificultades derivadas de la pandemia y se ensombreció aún más con una guerra en Europa, El año 2030, ya no se ve lejano. Redoblemos el esfuerzo”, cerró.
