En la década de los ochenta los videojuegos hacían furor. Y los más sencillos, ya que la tecnología todavía no posibilitaba el despliegue de imágenes que tienen hoy tales entretenimientos. Justamente en esa época se ubica la película Tetris, en la que el personaje principal es un empresario dedicado a descubrir cuál será el próximo suceso en el terreno de los videojuegos. Ha tenido algunos éxitos, pero ya hace tiempo por lo que ahora le urge encontrar una nueva sensación que se juegue en todo el mundo. Y ese futuro éxito es… Tetris, el juego donde los ladrillos van cayendo y hay que tratar que lo hagan sin dejar muchos huecos.
Hasta ahí todo bien, pero el problema que tendrá este cazafortunas será que si quiere los derechos de esa gallina de los huevos de oro, tendrá que ir a buscarlos a la para entonces Unión Soviética, ya que el inventor de ese juego fue, efectivamente, un ruso. Pero todo se le complicará cuando la misma KGB se avive de que el “enemigo” está tratando de quedarse con algo que puede significar cientos o miles de millones. Así plantea su película el director británico Jon S. Baird, con mucho de realidad, algo de fantasía y un ritmo trepidante que no deja indiferente a nadie.
Mención aparte merece el protagonista Taron Egerton –el mismo que interpretara a Elton John en Rocketman–, que compone al personaje principal de una manera absolutamente adecuada al tono del filme.
La sala se habilita a las 19.30 con cortos y sinopsis y la entrada es libre y gratuita.
