
La idea fue aprovechar la fecha libre. Y reunir al plantel en Paysandú para trabajar en conjunto, lo que no es poca cosa si se tiene en cuenta que Trébol se desdobla en dos todos los días: los jugadores que están radicados en nuestra ciudad y los que viven en Montevideo.
Y el campamento previsto por el cuerpo técnico que lidera Francisco Bulanti permitió trabajar en todos los aspectos. No solo en cancha, sino también afuera.
Es que, en primera instancia, se recurrió a una intensa sesión de video, en la que se repasaron diferentes aspectos. Y se comenzó, además, a planificar variantes tácticas de cara a lo que se viene, lo que luego se plasmó en cancha.
“El campamento fue muy productivo”, valoró el entrenador Francisco Bulanti al ser consultado por EL TELEGRAFO.
“Hicimos un resumen del primer semestre, y un análisis de video de lo que fueron las fortalezas y debilidades que mostró el equipo” a lo largo de lo que va del Uruguayo. “A partir de ahí construimos el entrenamiento”, sumó.
La práctica en cancha fue más extensa de lo normal. Fueron dos horas intensas, “aprovechando el momento en el que estamos todos juntos, con fecha libre, para juntarnos y coordinar, ya que por nuestra naturaleza estamos separados”.
Bulanti aseguró que el campamento “nos vino muy bien, porque no solo pudimos entrenar conceptos que queríamos reafirmar, sino que trabajamos cosas nuevas para lo que se viene, porque los rivales te estudian y tenemos que tener variantes”.
Ahora queda por delante una semana intensa de trabajo, en Montevideo y en Paysandú, teniendo en cuenta que hay que cambiar la pisada luego de perder los últimos dos partidos.
“El partido ante Cuervos será durísimo, ante un rival directo que va segundo junto a nosotros. En Paysandú fue un compromiso muy cerrado y será así de visitante”, expresó.
Trébol ya piensa en lo que se viene. El vigente campeón tropezó pero está dispuesto a levantarse rápido, luego de una excelente primera parte de campeonato.