El miércoles se encendieron las alarmas de los vecinos del barrio Lausana, en la zona de la Laguna del Diario en Maldonado, cuando se desató un incendio que consumió 120 hectáreas del área de humedales.
Entre los bomberos y los vecinos lograron apagar el fuego al día siguiente. Sin embargo, enseguida recorrieron el país diferentes versiones acerca de la supuesta falta de atención inmediata al incendio: “Le imploramos al jefe de bomberos de Montevideo que active el protocolo, que haga que esto se pueda apagar” (wildpuntadelesteuy).
Por otra parte, las autoridades declaraban que lo primero que se hizo fue frenar el avance del fuego hacia las viviendas que se encuentran cerca. No se registraron heridos ni casas afectadas.
Cuando lo esencial es invisible a los ojos
Cuando se habla de incendios, notoriamente la prioridad es detener el avance del fuego donde vidas humanas puedan peligrar. Un segundo paso suele ser la protección de las viviendas y evitar grandes pérdidas económicas.
Pero hay una parte que todavía no logra adquirir la visibilidad necesaria y es cuánto afectan estos sucesos a la biodiversidad; la gran pérdida silenciosa que no vemos detrás de las llamas.
EL TELEGRAFO dialogó con Adrián Aspiroz, biólogo especializado en ecología y conservación; investigador y consultor que estuvo en el área del siniestro.
“Se quemó la mayor parte del bañado”, se lamentó Aspiroz y agregó que “la laguna es un área verde muy importante para la ciudad de Maldonado y es importante tanto para las aves como para otra cantidad de biodiversidad. Hay muchas especies nativas de flora, de fauna –incluidas las aves, muchas de esas acuáticas– y ahora estaba comenzando la época reproductiva para muchas de ellas. El pico es en octubre y noviembre, pero hay varias de ellas que empiezan antes”.
350 especies registradas
El biólogo informó que, en esos bañados, se han dado registros muy importantes de vida silvestre, llegando a contabilizarse un total de 350 especies entre flora y fauna. “Entre ayer y hoy estuvimos viendo grupos importantes de cigüeñas, de garzas moras, de chajás –que es muy posible que estuvieran con nidos activos– y eso lamentablemente fue alcanzado por el fuego”.
Los daños ambientales fueron cuantiosos si hablamos de que más de la mitad del área verde de la Laguna del Diario ardió entre el miércoles y el jueves.
Ausencia de helicópteros
Además de la ayuda y movilización de vecinos, activistas y autoridades exigiendo prontitud para combatir el fuego, el reclamo más escuchado fue el de la ausencia de helicópteros para apagar las llamas.
“Una vez que las personas y las casas ya no estaban en riesgo, la idea era tratar de parar el fuego para que no arrasara con el bañado; con la parte de los pajonales húmedos. Pero lamentablemente no se pudo implementar esa estrategia. Yo no lo he escuchado de primera mano, pero los bomberos han dado su explicación. Aparentemente había mucha preocupación y se pensaba que se podía llegar a utilizar la estrategia de los helicópteros”, comentó Aspiroz y agregó que “una opinión muy personal es que tal vez no se le dio la importancia ambiental que realmente tenía que todo ese bañado fuera quemado”.
El origen y el mensaje
Alrededor del 75% de la zona es residencial y todo indica que alguien quemaba restos de poda y en un momento perdió el control del fuego, “lo cual es realmente preocupante”.
Se trata de un humedal urbano, claramente importante para la salud ambiental y ciudadana, con pérdidas que aún siguen siendo invisibles para muchos.
“Yo creo que –desde lo que me corresponde a mí que es divulgar estos temas vinculados a la conservación de la biodiversidad– vale la pena hacer un esfuerzo para que las autoridades vinculadas con lo que es atacar y controlar todos estos eventos, estén al tanto del valor que tienen estos lugares, en particular, las áreas verdes urbanas que cumplen tantos roles importantes para las personas que viven en su entorno”, concluyó Aspiroz.
