Amigos de los Animales: “40.000 castraciones en 17 años no alcanzan”

Laura de León recibe la distinción de EL TELEGRAFO en la Fiesta de la Prensa.

Amigos de los Animales trabaja desde hace 17 años contra el maltrato y por el bienestar de los animales, en jornadas de castraciones caninas y felinas por la ciudad e interior del departamento y en el fomento de las adopciones para evitar el abandono y la situación de calle. La institución fue homenajeada por EL TELEGRAFO durante la 36ª edición de la Fiesta de la Prensa ante la labor altruista y de concientización ciudadana que llevan adelante con recursos propios y colaboración de la población.

El grupo está conformado por unos diez voluntarios que han efectuado aproximadamente 40.000 esterilizaciones en los últimos años. “Pero no alcanzan. Porque para comenzar a solucionar la superpoblación hacen falta 10.000 por año”, señaló la directiva de la institución, Laura de León.

Formalizados como organización no gubernamental desde el año 2012 con personería jurídica, “nos ha permitido firmar convenios y lograr ayuda a nivel nacional con organismos del Estado”.
El programa “ha avanzado y se ha logrado concientizar a las personas, pero es un proceso muy lento. Esto tiene que ir acompañado por una ley que permita una firme fiscalización pero tiene que ser rápido porque no podemos esperar a que la sociedad recapacite y sea responsable”, agregó.

Recordó que “la castración es masiva y obligatoria pero no se hace cumplir. En el departamento hemos llegado a las 40.000 castraciones en 17 años, cuando hay que hacer 10.000 por año para solucionar el problema. Las perras se reproducen más rápido de lo que nosotros estamos castrando”.

Las organizaciones reclaman en todo el país un salto cualitativo en la legislación y que los animales sean considerados como sujetos de Derecho. “Que no sean considerados como cosas y que el maltrato animal ingrese al Código Penal. De lo contrario, nunca salimos del círculo vicioso”.

De León señaló que “se le quitan los animales a una persona denunciada, pero al rato vuelve a tener animales a su cargo. O los matan con la saña más grande y no pasa absolutamente nada. Lo que existe ahora es una falta y son leyes administrativas. Por eso, no pasa nada”.

No obstante, reconoció que la institución “siempre ha trabajado bien con todos los gobiernos y administraciones municipales. En esta última, hemos logrado fondos para castrar que antes no existían”, mediante un convenio que la organización firmó en diciembre con el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA).

El instituto “puso dinero para comenzar con las castraciones. Ya hizo el depósito y estamos esperando los chips con los formularios para comenzar en febrero, a perros y gatos –machos y hembras– en la ciudad de Paysandú y localidades del interior”.

Según la directiva, la obtención de los recusos para las cirugías “son un gran avance, pero el problema es que la gente no trae los animales a castrar. Es decir, tenemos los recursos pero nos falta la materia prima”.

ADOPCIONES

El grupo se conforma, en su totalidad, por 10 integrantes voluntarios que ponen a disposición sus hogares para el alojamiento transitorio de los animales que encuentran lastimados o enfermos. “En total tenemos unos 300 animales. Yo en mi casa tengo 40 y soy la que tengo más. Últimamente resolvemos que si un animal atendido en la calle cuenta con las posibilidades de una buena recuperación, los castramos y dejamos en el lugar donde lo encontramos porque ya no tenemos más espacios disponibles. No generará descendencia, pero el problema es que seguirá en la calle. A veces, algún vecino ve que está castrado y lo adopta”.

DENUNCIAS

“Las denuncias presentadas ante el INBA y que siguen su curso son las que corresponden a hechos muy graves, de violencia extrema o con mucha difusión en las redes sociales. Por ejemplo, el último despliegue en una chacra por maltrato que –hasta ahora– no se ha visto en todo el país. Y a diario nos llegan, al menos, tres denuncias. Son unas 90 al mes y muchas de ellas tratamos de solucionarlas nosotros sin la intervención del INBA porque sabemos que no toman cartas en el asunto”, dijo.

“Además, no se conforma el INBA departamental y tenemos que dirigirnos directamente a Montevideo. Es mucho más complicado. En el último caso de maltrato extremo, vino la directora del INBA directamente a actuar junto a nosotros”, agregó la activista.

De León precisó que “no hay voluntad para integrar el INBA departamental y la Intendencia tampoco está. Hubo una reunión a nivel local, pero quedó en eso. Y si la Intendencia no participa, falta un actor fundamental”.