Con el remate en 168.000 dólares de la chacra de 18 hectáreas donde se encontraba la planta procesadora de suero de PILI, se arribó a la conclusión del concurso de la antigua empresa láctea sanducera. El abogado de la Liga de Defensa Comercial (Lideco), el síndico designado en el expediente concursal, Fernando Cabrera, confirmó a EL TELEGRAFO que “la subasta terminó en 168.000 dólares. Arrancó en 150.000 y llegó a ese precio máximo con dos interesados en pugna. Es lo último que nos quedaba y estábamos muy preocupados porque pagamos alarmas y electricidad y no contábamos ya con más recursos”.
El predio de 184.470 metros cuadrados, con una superficie edificada de 2.169 metros cuadrados, se encuentra cercano a la ruta 90 en Esperanza y la subasta estuvo a cargo de la firma Bavastro. “El remate se había hecho en dos oportunidades y en el anterior no se alcanzó un precio mínimo razonable. Fueron bajando las expectativas a medida que pasaba el tiempo y no tenía un final para la industria láctea. El Banco República, como acreedor prendario, hizo un acuerdo primero por las máquinas y luego se llevó a cabo el remate que se había fijado con una base un poco más alta que no alcanzó. En este caso, el comprador es una empresa y todo lo producido va para el BROU”. Recordó que el concurso “llegó a esta etapa porque no hubo postores. Pero con esta subasta se liquidaron todos los activos de PILI y se llegó a la conclusión del concurso”. El grupo de extrabajadores que reclama por el pago de adeudos aguarda “una decisión política”.
Marcel Petrib señaló que “estamos con más expectativas porque esperamos la respuesta de la comisión de legislación del trabajo de la Junta Departamental por los planteos presentados para ser incluidos en la ley de insolvencia patronal. Así como buscar alguna alternativa o subsidio para aquellos trabajadores con más de 50 años de edad y más de 30 años de aportes”.

