Mipymes: avances y desafíos

La situación de las micro y pequeñas empresas del país es un tema relevante por una serie de aspectos socioeconómicos derivados de su incidencia en el ecosistema empresarial, la generación de empleo e, incluso, la exportación en algunos rubros no tradicionales.
En número constituyen la amplia mayoría de las empresas existentes en el país: según el Monitor Mipymes de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), se estima que en 2022 hubo más de 209.000 mipymes activas, lo que representó el 99,6% del tejido empresarial uruguayo y abarcó el 65% del personal ocupado.
En una ceremonia realizada en Torre Ejecutiva con motivo del Día Nacional de las Mipymes el pasado martes, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, repasó algunos logros para el sector impulsados por la actual administración de gobierno y, entre otros temas, destacó que las rebajas tributarias para el sector alcanzaron a 35.000 empresas y significaron una renuncia fiscal de 45.000.000 de dólares.

Recordó que en la denominada Ley de Urgente Consideración el gobierno apoyó a las mipymes en el aspecto tributario, modificando la aportación de las empresas literal E de acuerdo a su facturación y con la aportación gradual al sistema de seguridad social.
Señaló asimismo que en la Ley de Presupuesto Nacional se implementó la devolución del 100% de las pérdidas fiscales para los contribuyentes del impuesto a la renta de las actividades económicas (IRAE), se brindaron respuestas extraordinarias durante la pandemia con una serie de beneficios transitorios, se exoneró la totalidad de los aportes jubilatorios a los comercios establecidos en la zona fronteriza, el pago del monotributo Mides, el pago del impuesto al valor agregado (IVA) mínimo, los anticipos de IRAE y el impuesto al patrimonio.
Otros decretos mencionados por la ministra fueron la eliminación de la llamada “regla candado” y la posibilidad de que los monotributistas pudieran venderle al Estado.

En tanto, la tarea que viene realizando la Agencia Nacional De Desarrollo (ANDE) ha sido también muy importante, aportando programas de formación para el desarrollo emprendedor en los tiempos actuales y facilitando líneas de financiamiento a través de diferentes convocatorias.
De acuerdo a lo informado por su presidenta, Carmen Sánchez, luego de 3 años de funcionamiento de los denominados “centros pymes”, de los cuales hay 24, el 56% de las empresas informales se formalizaron, mientras que tres de cada cuatro implementaron mejoras en su gestión y el 50% incrementaron sus ventas.
Además de la reactivación y la regularización de empresas, se ha promovido la digitalización y el acompañamiento de las mipymes de una manera integral, brindando diferentes tipos de asistencia (sostenibilidad económica, transición hacia modelos sustentables, mejoramiento del acceso al financiamiento e internacionalización), trabajándose además en fortalecer el sistema emprendedor uruguayo y la red emprendedora, a través de diversos créditos flexibles.
La presidenta de ANDE recordó los apoyos otorgados durante la pandemia que llegaron a más de 49.000 beneficiarios, así como también, durante la emergencia agropecuaria, a las empresas instaladas en la zona fronteriza, con respaldo a los comercios locales.

En lo que respecta a las exportaciones, Uruguay es un importante productor de commodities y productos agroindustriales, y las grandes empresas son las responsables de gran parte de la exportación de productos primarios, como también de manufacturas basadas en recursos naturales y con contenido tecnológico medio. Por su parte, las mipymes explican gran parte de la exportación de productos no tradicionales como son los rubros de piedras preciosas, cemento y cal, partes de máquinas, grasa de lana, vino y vestimenta.
A los efectos de tener una idea del panorama de las mipymes en el ecosistema exportador, en 2023 aproximadamente 1.810 empresas uruguayas realizaron exportaciones de bienes por un valor de U$S 13.330 millones. De ellas el 83% fueron mipymes, aunque representaron apenas el 6% del valor exportado, según datos de Uruguay XXI.
Las mipymes uruguayas mantienen la tendencia de exportar una gama más amplia de bienes en relación con las grandes firmas. En particular, en 2023 las mipymes registraron ventas en el 88% del total de partidas en las que Uruguay exportó, mientras que el 39% fueron exportadas exclusivamente por las micro y pequeñas empresas.

Este tipo de empresas desempeñan un rol importante en la diversificación de la matriz exportadora, impulsando la exportación de productos diferentes a las grandes empresas. En este sentido, los informes existentes indican que las empresas medianas tienen una relativa influencia en algunos productos como pescados, madera, productos farmacéuticos y arroz; en tanto que las empresas grandes exportan principalmente productos no tradicionales y representan la totalidad de las exportaciones de celulosa, carne y productos lácteos.
En línea con esto, la importancia de los 10 principales productos exportados por las mipymes significó el 41% del total exportado por ellas en 2023, al tiempo que el mismo guarismo representó el 64% para las grandes empresas.

En materia de empleo, las mipymes exportadoras explicaron el 20%, ocupando a casi 13.000 personas según los datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. En cuanto a remuneraciones, se observa que cuanto mayor es el tamaño de la empresa mayor es el nivel de remuneración promedio de los empleados.
Ahora bien, al analizar la supervivencia exportadora de las empresas, cuanto mayor tamaño, mayor supervivencia. De este modo, las mipymes tienen menor supervivencia que las empresas grandes: sólo el 13% de las mipymes exportadoras en 2023 exportaron en forma ininterrumpida en los últimos 20 años, mientras que este porcentaje ascendió a 58% para el caso de las empresas grandes. Asimismo, las mipymes representaron una mayor proporción de mujeres ocupadas frente a las grandes empresas.

Es evidente que gran parte de la generación de empleo y el crecimiento económico del país dependen de la actividad empresarial y han habido avances importantes de apoyo al sector de las micro y pequeñas empresas en los últimos años y durante la pandemia por COVID-19. El apoyo estatal es necesario y totalmente razonable dada la importancia del sector en la actividad nacional pero también es cierto que los esfuerzos deben continuar y consolidarse a través de políticas a largo plazo para atacar los problemas que persisten y uno de ello es la esperanza de vida de la mipymes y su necesidad de ingresar más efectivamente en el mercado internacional para que puedan mantener su actividad exportadora.

 

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