
“Paysandú hoy no tira residuos a cielo abierto”, destacó el intendente Nicolás Olivera, quien en su último día de gestión, acompañado por parte de su equipo y por ediles departamentales, visitó la planta de tratamiento de disposición final de residuos, en Camino a Casa Blanca. “Acá hay inversión, hay empleo. Paysandú es ejemplo a nivel nacional en materia de transformación de residuos”, dijo. “Este es el resultado de haber empujado luego de cuatro años para que sucediera, estamos en un lugar donde de manera controlada llegan los residuos y se valorizan”.
“En mi último día como intendente vengo a ver el resultado de lo que oportunamente proyectamos”, señaló Olivera durante la recorrida por la planta. Recordó que a pocos metros de donde está ubicada actualmente la planta “llegaban los residuos y de manera caótica se volcaban a cielo abierto, generando no solamente un problema ambiental, sino también social”.
“Eso alentó a que se generara un asentamiento muy cerca del vertedero, como El Espinillo, donde residían personas -incluyendo niños- que realizaban la recolección de residuos, buscando aquellos que tuvieran algún valor, pero en condiciones totalmente inapropiadas. Así era como generaban su medio de vida, aún cuando lo hacían en condiciones insalubres y peligrosas”, lamentó.
En cambio, la planta de compactación “es un lugar en donde de manera controlada llegan los residuos y se valorizan”. Allí trabajan más de 40 personas repartidas en tres turnos. “Todos son trabajadores formalizados, aportando al BPS, que llevan adelante su tarea cumpliendo con las medidas de seguridad. Ahora tienen un trabajo digno”, indicó Olivera.
“Acá hay trabajo sanducero, hay inversión y la valorización desde lo medio ambiental, generando cosas con valor. Ahora se clasifica, se selecciona y se realiza pellet con el plástico y el cartón para agregarle valor al reciclaje. Se genera trabajo digno y seguro”, subrayó Olivera.