
El lenguaje es una capacidad humana distintiva para comunicarse mediante símbolos. La afasia es la pérdida de la capacidad para producir o comprender el lenguaje. Se manifiesta como dificultad para hablar o comprender el lenguaje hablado, aunque la lectura y la escritura pueden verse afectadas. Se debe a un problema en los centros del lenguaje de la corteza cerebral y los ganglios basales, o en las vías de la sustancia blanca que los conectan. Impacta de forma muy significativa en la persona, afectando su trabajo, funcionamiento diario, con sentimientos de frustración y depresión.
La función del lenguaje reside en el hemisferio cerebral izquierdo en las personas diestras y en dos tercios de las personas zurdas.
¿Qué tipos de afasia hay?
Afasia de recepción –Wernicke–: se caracteriza por una producción de habla fluida (fluente) pero sin sentido y repetitiva, con mala comprensión de palabras y oraciones. Se debe a falta de irrigación en la corteza temporal postero superior, en la distribución de la arteria cerebral media.
Afasia de expresión –motora–: se altera la capacidad para producir palabras, pero la comprensión y la capacidad para conceptualizar están relativamente preservadas. Afecta el área frontal o frontoparietal izquierda dominante, que incluye el área de Broca.
Afasia global: incluye extensas lesiones cerebrales, con compromiso severo de la producción como de la comprensión del lenguaje.
Causas: 40% debida a un ACV
Un inicio repentino plantea ACV –infarto o hemorragia cerebral– o encefalitis. Otras causas: absceso cerebral, traumatismos; tumores de cerebro, trastornos neurológicos: demencia y Alzheimer; afecciones autoinmunes: vasculitis, esclerosis múltiple; causa metabólica (hipoglicemia), alcohol, déficit de vitamina B12 y B1, epilepsia, migraña.
Diagnóstico
ación clínica exhaustiva: ver inicio y curso de los síntomas, factores desencadenantes, antecedentes médicos relevantes.
Los déficits del lenguaje deben incluir una evaluación de: fluidez, contenido, repetición, denominación, comprensión, lectura y escritura.
2. Resonancia magnética o tomografía computada para identificar posibles lesiones estructurales.
3. Valoración cardíaca y carotídea.
4. Clasificación y diagnóstico diferencial: Tipo de afasia, determinar si se trata de una afasia de Broca (afasia no fluente), de Wernicke (afasia fluente), global, anómica, entre otras. Excluir delirio agudo.
5. Causas subyacentes: Considerar ACV, tumor, infección, una afección degenerativa (demencia), trauma de cráneo, infección.
Tratamiento
Farmacológico según la causa.
Terapia del habla y lenguaje (Logopedia).
Control de la depresión.
Soporte psicológico.
Pronóstico
Depende del tamaño y localización de las lesiones. Extensión del trastorno. Respuesta al tratamiento. Edad, educación y salud general del paciente.