
Días atrás, el diputado sanducero por el Frente Amplio, Juan Gorosterrazú, alertó que el verdadero desafío no es solo reconocer el desempleo, “sino impulsar acciones concretas para generar soluciones”. De acuerdo con lo informado oportunamente por nuestro diario, el legislador propuso un Plan Departamental de Empleo, con la vinculación de varios actores y acciones a corto, mediano y largo plazo. “Sin dudas que hay urgencias; hoy no es momento de buscar responsables, sino que todos debemos estar buscando soluciones”, agregó.
El novel legislador insistió en avanzar con el Plan Departamental de Empleo que “proponemos, y no es una simple expresión de deseos, sino un marco de acción realista que busca articular a todos los actores involucrados en la economía de Paysandú para promover el trabajo digno, sostenible e inclusivo”. Asimismo, enfatizó que “el empleo de calidad no se construye con discursos, sino con políticas activas que aborden las desigualdades del mercado laboral y aprovechen las oportunidades de desarrollo territorial. En un contexto donde la automatización y los cambios demográficos impactan e impactarán en la oferta laboral, debemos apostar por el aumento de la productividad, la formación continua y la incorporación de tecnología en nuestras industrias y emprendimientos”. Según el diputado por el Frente Amplio, “el plan plantea el acceso equitativo e inclusivo a oportunidades laborales” con apoyo a pequeños emprendimientos “para superar la precariedad e informalidad”, al tiempo que impulsa “el desarrollo de empleos verdes, vinculados a la restauración de ecosistemas y el reciclaje de residuos”, así como el fomento de cadenas productivas, economía circular, investigación, desarrollo industrial y diversificación. La propuesta apoya “el desarrollo de empleos y emprendimientos en áreas emergentes como las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), las industrias creativas y la economía del cuidado”. La mencionada propuesta contempla “la reactivación del puerto, el transporte multimodal, la diversificación productiva y el apoyo a pequeñas y medianas empresas, el fortalecimiento de la industria cárnica, la industria forestal y maderera como motor de desarrollo en el norte del país, el impulso de nuevas formas de comercio y la promoción del turismo como motor económico, garantizando condiciones laborales dignas y estables”. El planteo expone, asimismo, “la mejora en la matriz de protección social, en educación, cuidados, servicios de salud, salud mental y vivienda”, porque “Paysandú no puede seguir dependiendo de soluciones parciales ni de discursos que se quedan en el papel o a impulsos individuales”, concluyó.
Uno de los posibles caminos para generar empleo mencionados por Gorosterrazú es la denominada “economía circular”, que, de acuerdo con el Parlamento Europeo, es “un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. En la práctica, implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible, gracias al reciclaje. Estos pueden ser productivamente utilizados una y otra vez, creando así un valor adicional. Contrasta con el modelo económico lineal tradicional, basado principalmente en el concepto ‘usar y tirar’, que requiere de grandes cantidades de materiales y energía baratos y de fácil acceso.” Entre otras ventajas, la economía circular protege el medio ambiente, reduce la dependencia de las materias primas, aumenta la competitividad, estimula la innovación, combate el cambio climático, impulsa el crecimiento económico y crea empleo. Sin lugar a dudas, se trata de una gran cantidad de ventajas que implican beneficios, aunque también debe tenerse en cuenta que muchas veces puede ser contraproducente al encarecer o enlentecer procesos y terminar aumentando los costos, lo que perjudicaría el bolsillo de los consumidores, que es precisamente lo que se busca salvaguardar. En otras palabras, se trata de una política que debe ser adecuadamente valorada previamente, tanto en sus ventajas como en sus desventajas.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha señalado la importancia de la economía circular, expresando que “la misma puede dar lugar a la creación de millones de nuevos empleos. Se calcula que podrían crearse entre siete y ocho millones de nuevos puestos de trabajo en la economía circular, en la que se reutilizan, reciclan y reacondicionan todas las formas de residuos, como ropa, chatarra y aparatos electrónicos obsoletos.” Sin embargo, la OIT alerta sobre “la falta de investigación en los países en desarrollo, donde se encuentra la inmensa mayoría de los puestos de trabajo relacionados con la gestión y el reciclaje de residuos.” Uno de los desafíos que puede enfrentar una economía circular son sus eventuales riesgos. Como declaró Namita Datta, directora de programas del Programa Soluciones para el Empleo Juvenil (S4YE) del Banco Mundial, “más que introducir el concepto de circularidad en estas economías, hay que centrarse en abordar los empleos de baja calidad y mal remunerados del sector informal, con condiciones de trabajo peligrosas y exposición a materiales tóxicos, que están asociados a actividades circulares como la gestión de residuos, el reciclaje, la reparación y la reutilización”.
En el mes de abril de 2024, Uruguay presentó su Estrategia Nacional de Economía Circular (ENEC), “la cual identifica antecedentes y prioridades y propone líneas de acción para implementar una política relevante para cuidar los recursos naturales, atraer inversiones y generar empleos verdes”. El Gobierno uruguayo tomó la decisión de posicionar una política pública en esta materia como instrumento para impulsar una transformación productiva y social. Se trata de un modelo que, entre otros objetivos, aporta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Tratándose de un proceso dinámico, a partir de su implementación se identificarán nuevos actores a involucrar, nuevos sectores a abordar y prioridades a atender, por lo que su revisión y actualización serán procesos constantes.
Así las cosas, la adopción de un esquema de economía circular como el mencionado por el diputado frenteamplista podría ser una de las opciones a evaluar como una contribución a la creación de empleo y a la recuperación de la crítica situación económica del departamento, tomando para ello los recaudos previamente expuestos.