La organización Amigos de los Animales aguarda una respuesta del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) tras denunciar un caso de abandono que ha causado indignación.
Días atrás, una mujer recogió un gatito en una jornada de adopción organizada en el Mac Center Shopping y, apenas horas después, lo abandonó en una caja de zapatos cerrada, sin orificios para respirar y encintada, arrojándola dentro de una volqueta.
En contacto con EL TELEGRAFO, Laura De León, referente de la oenegé, relató con pesar: “Nos pasó lo que siempre tememos cuando confiamos un animal a alguien que no conocemos”.
La jornada de adopción se realizó el sábado 26, como cada tercer sábado de mes, cuando el centro comercial cede un espacio para que la organización ofrezca animales en adopción responsable. “Llevamos dos jaulas con cuatro gatitos, una jaula con cachorros y otro encierro grande con cuatro perros adultos. En ese lugar no entregamos los animales directamente, salvo que conozcamos previamente al adoptante. Lo que hacemos es anotar a los interesados y, al terminar la jornada, evaluamos los hogares: pasamos por las casas para verificar las condiciones y elegimos la mejor opción cuando hay varios interesados por el mismo animal”, explicó De León.
En esta ocasión, el pequeño felino fue adjudicado a una mujer abogada, que vivía sola en una vivienda céntrica y no tenía otras mascotas. “Repartimos los animales, hicimos la publicación de agradecimiento y mencionamos que habíamos logrado ubicar a diez animales ese día. Sin embargo, al día siguiente me avisan que la mujer había tirado al gatito. Lo encontraron dentro de una caja encintada, metida en la bolsa de regalos que damos al momento de la adopción, y todo eso tirado en la volqueta frente a su casa”, relató.
Según contó, unas jóvenes escucharon los maullidos provenientes del contenedor. Al acercarse, hallaron al animal aún con vida. “Menos mal que nadie había tirado basura encima ni había pasado el camión, porque si no habría muerto prensado”, lamentó De León.
Las vecinas retiraron la cinta de la caja y enviaron fotos y videos a la organización, confirmando que se trataba del mismo gatito entregado en adopción. “Incluso logramos obtener las imágenes de las cámaras de seguridad, donde se ve el momento exacto en que lo arroja. Con eso nos contactamos con la doctora Verónica Ortiz (presidente de la Comisión de Derecho Animal del Colegio de Abogados del Uruguay), quien nos orientó sobre los pasos a seguir”, detalló. Acto seguido, De León acudió al domicilio de la mujer junto a una escribana pública para labrar un acta. “Hablamos con ella y admitió todo. Ni siquiera le dio 24 horas de adaptación. Como el gatito hizo caca en el baño en lugar de usar las piedritas sanitarias, en vez de comunicarse para devolverlo, lo tiró vivo, como si fuera basura, con todas las cosas que le habíamos entregado”, expresó indignada.
La oenegé presentó denuncias tanto en el INBA como en la vía penal y se mantiene a la espera de resoluciones. De León enfatizó que esperan una respuesta contundente de las autoridades. “No puede ser que la gente siga haciendo lo que quiere con los animales, con total impunidad, condenándolos a morir. Si no fuera por la vecina que escuchó los maullidos, hoy ese gatito estaría muerto, aplastado por el camión de basura. El INBA, dentro de sus limitadas potestades, al menos debería prohibirle a esta señora tener más animales, multarla u obligarla a cumplir trabajo comunitario”, sostuvo.
Finalmente, reflexionó sobre la falta de avances en materia de protección animal: “El maltrato y abandono no están penados en nuestro país, no figuran en el Código Penal. El INBA solo puede actuar cobrando multas o imponiendo trabajos comunitarios. Lamentablemente, estamos muy atrasados en bienestar animal. Ojalá tuviéramos una varita mágica para conocer más allá de las caras de las personas y no equivocarnos, pero es imposible”.
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