Un robo de alto valor económico ocurrido a fines de julio tuvo rápida respuesta policial y terminó con la condena de un joven de 22 años, poseedor de antecedentes penales.
Según la información remitida por Jefatura, el hecho que dio origen a la investigación ocurrió el 31 de julio, cuando un hombre denunció que un cajón que contenía 26 teléfonos celulares de distintas marcas, destinados a la venta, había sido forzado y sustraído. El valor total de los aparatos ascendía a 100.000 pesos uruguayos.

Tras la denuncia, los investigadores comenzaron a trabajar en la recopilación de datos, relevamiento de cámaras de seguridad y entrevistas con posibles testigos. Las diligencias permitieron identificar al presunto autor: Juan Pablo Cazzig Fagúndez, conocido por la Policía debido a sus varios antecedentes penales vinculados a delitos contra la propiedad. 

En tanto, la información fue puesta en manos de la Fiscalía de turno, que evaluó las pruebas recabadas y solicitó la orden de detención.
El operativo para dar con el paradero del imputado se concretó días después. Mientras personal del Grupo de Respuesta Táctica (GRT) realizaba un patrullaje preventivo por la zona de Solano García y Avenida Soriano, detectaron a un hombre cuya apariencia coincidía con la descripción del requerido. Al proceder a su identificación, confirmaron que se trataba de Cazzig Fagúndez, quien mantenía requisitoria judicial pendiente por el hurto de los celulares.

Posteriormente, fue conducido ante la Justicia Penal, donde enfrentó la acusación formal. Tras analizar las pruebas, el magistrado resolvió condenarlo como autor de un delito de hurto, imponiéndole la pena de seis meses de prisión efectiva.