Los ginecólogos nucleados en el Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) plantearon al Banco de Previsión Social (BPS) lo que consideran graves cambios en las condiciones laborales de los médicos y una política de negación al diálogo, que entre otras consecuencias llevaría a un inminente desmantelamiento del Sanatorio Canzani, para perjuicio de la población más vulnerable.
Los especialistas, integrantes de la Sociedad de Ginecología del Uruguay, alertaron por carta esta semana al BPS sobre constantes cambios en reglas de trabajo, la no posibilidad de negociar y la desigualdad que se vive en los servicios de asistencia médica de dicha institución.
Los ginecólogos ratificaron las resoluciones tomadas por el Núcleo de Base de Ginecólogos del Sanatorio Canzani el 25 de junio y por la Sociedad de Ginecotocología del Uruguay, que dispone el inicio de medidas gremiales a partir de esta semana, consistentes en desarrollar las funciones en horario parcial de 15 horas. Las medidas se mantendrán hasta tanto las autoridades del BPS dejen sin efecto las medidas dispuestas y establezcan una Mesa de Negociación con el SAQ, indicaron.
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