Productores exigen urgentes soluciones ante sucesivos ataques de perros a vacunos y ovinos

Mientras las ovejas en diferentes puntos del país continúan muriendo por ataques de perros, sin afán o necesidad de comerlas, en Paysandú también los vacunos son matados por perros. Esto le sucedió días atrás a un productor de la zona de Chapicuy, departamento de Paysandú, que verificó la muerte de dos terneros, en tanto uno resultó con diversas heridas a causa de las mordeduras.
El mismo productor dejó constancia de la rápida actuación de la policía, que identificó a los perros –pertenecientes a un poblador de Chapicuy–, en tanto no se ubicó al responsable de otro de los perros.
Por su parte, en el reconocido establecimiento del departamento de Florida, Granja Roland, varios perros generaron un verdadero desastre, al matar alrededor de 20 ovejas en la noche del miércoles. Las ovejas estaban prácticamente todas preñadas y prontas a parir en algunas semanas más.
Los productores sostienen que será muy difícil el control por la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba), teniendo en cuenta que el propio ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre, señaló en las últimas horas que el número de perros que existen en nuestro país “es desproporcionado”, ya que se estima que hay 1.750.000 perros, de los que solo 120.000 pagan patentes.
Las declaraciones del jerarca fueron realizadas cuando se plantea la necesidad de que los dueños de los perros sean responsables de ellos y se impulsa la colocación de un chip que identifique al animal y a su dueño.
Es “totalmente desproporcionada” la cantidad de perros que hay en el país, somos 3.400.000 habitantes y hay 1.750.000 animales, dijo.
Los perros se han convertido en una amenaza para la población en general, prueba de ello son las frecuentes denuncias de personas que son atacadas por perros. También la producción ovina sufre la embestida de los perros cuando las ovejas son atacadas con un resultado desastroso en lo productivo, económico y anímico para el trabajador rural.
“Necesariamente tendremos que ir avanzando hasta llegar a un punto en el que todos se preguntan ¿qué pasa con los perros que nadie chipea? Cuando se de esa situación, tendremos que generar un mecanismo, tendremos seguramente que retener” los perros, dijo Tabaré Aguerre.
“El problema es que la perrera interpretada como una máquina de exterminar perros era una equivocación, pero no la perrera como un instrumento que ponía orden en la sociedad cuando un animal no tenía un tenedor responsable y se lo alojaba en algún lugar”, explicó el ministro.
Se apunta a bajar el número de perros en las calles, por lo que mediante una perrera entendida correctamente se dispondría de un lugar al cual trasladar los canes sin dueño ni control sanitario, los que al ser retirados de las calles y lugares públicos donde deambulan pueden ser recogidos por protectoras de animales que buscarían dueños permanentes y responsables.