Exhumarán restos de una joven tras denuncia de “muerte dudosa” ocurrida en mutualista

Fotografía cuya difusión fue aprobada por la familia de Victoria Soledad Gómez Portillo. A las 00.09 ingresó a box de emergencias y a las 00.44, cuando le estaban administrando los médicamentos, comenzó a sentirse mal.

Entre hoy y mañana, en el cementerio de Pueblo Esperanza, se llevará a cabo la exhumación de los restos de Victoria Soledad Gómez Portillo, la joven de 24 años cuyo fallecimiento –ocurrido en el servicio de Emergencias de Comepa– ha sido denunciado ante la Justicia como “muerte dudosa”. De inmediato, se procederá a trasladarlos al Instituto Técnico Forense para realizar la autopsia correspondiente.
La denuncia ingresada al Juzgado Penal de Segundo Turno, a cargo del doctor Fabricio Cidade, es realizada por los padres de la víctima y su concubino, por sí mismo y en representación del hijo de ambos, de tan solo quince meses. El documento, al que EL TELEGRAFO tuvo acceso, expresa que “la familia, de momento, no abre juicio o valoración alguna atribuyendo responsabilidad a nadie”.
“No sería prudente –agrega– pero tampoco puede permanecer indiferente, inactiva y prescindente ante la muerte acaecida (…)” Sino que acuden al “derecho al duelo calmo” que le asiste a toda persona en este tipo de situaciones.
CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS
Según consta en el documento, el lunes 18 de setiembre la joven comenzó a experimentar molestias abdominales pasada media mañana. Durante el día, como su pareja trabajaba, visitó a su madre en pueblo Porvenir junto a su hijo, trasladándose en el vehículo familiar. Pasó el día con sus padres y a la tarde se sintió mejor, ingirió pocos alimentos y tomó mate. Próximo a las 17.30 se trasladó hacia pueblo Esperanza donde escribió a su cuñada para que pasara a buscar al pequeño. La misma pasó por el niño y luego lo devolvió sobre las 20, ya que Victoria lo bañaría y cenarían.
Sobre las 21 llegó su pareja, a quien le dijo que sentía cierta molestia en el abdomen. Cenaron pastel de pollo que ella había preparado y, mientras los hombres de la casa se acostaban, Victoria fue por una ducha. Tras ello, la joven comenzó a vomitar y cuando se trasladó al dormitorio expresó que se sentía descompuesta. Pasados unos 20 minutos, dijo que el malestar persistía, por lo que su pareja le propuso concurrir a emergencias.
Llegaron próximo a las 23.25 y debieron esperar a ser atendidos. Sobre las 00.09, ya 19 de setiembre, Victoria entró al área de boxes. “En esa ocasión ingresó a su vez la doctora del servicio que la asistió (cuya identidad este medio resguarda). Interrogó a Victoria sobre qué le pasaba, explicando que sentía un dolor a nivel abdominal” por lo que se le diagnosticó “barro biliar”. Luego, “la médica solicita a la paciente se levantara la ropa, palpándole la zona y ascultándole el pecho. Le preguntó seguidamente si era alérgica a algún medicamento expresando (la joven) que solo había estado internada durante el embarazo y que no sabía si era alérgica”.

“Si bien la Historia Clínica reza que se constató el fallecimiento a la 02.20 horas del 19/09/2017, la impresión (del denunciante) es que se produjo sobre las dos de la mañana al escuchar un sonido constante y persistente, producirse el egreso del personal médico y paramédico”, expresa. La misma, cuya copia tiene EL TELEGRAFO, indica los pasos dados. Sin embargo, figura en la denuncia: “no es cierto que la paciente expresara ‘no ser alérgica a medicamentos’ sino que señaló no saber si era alérgica o no en relación a sus antecedentes”.

La denuncia manifiesta, también, que Victoria no fue sometida a ninguna prueba o test de alergias a la medicación. “Sólo se constató que luego de la aceleración del goteo realizada por el enfermero el deterioro de la salud de la paciente devino inmediato. No surge registro de la Historia Clínica que indique la realización de un electrocardiograma o de un análisis sanguíneo previo al desencadenamiento de los hechos (al ingreso) para evaluar indicios de infarto o de otra situación, focalizándose los estudios exclusivamente en el dolor abdominal, vómitos, diarrea y un posible trastorno hepático”. En este marco, “urge determinar la causa de muerte de nuestro familiar” que está absolutamente indeterminada.
“Adviértase –dice la denuncia– que no se dispuso una autopsia, lo que llama poderosamente la atención”. Asimismo se da cuenta que ante el desencadenamiento de esta desgracia la familia se encuentra “en una situación de franca incertidumbre, desasosiego, enorme dolor y pena, producto del fallecimiento de nuestro familiar, quien dejó a su vez a un niño de tan solo quince meses y que hasta el momento no hemos tenido respuesta sobre el derecho a conocer la verdad que nos asiste”.

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