Oficializan primer embarque de carne ovina con hueso hacia Estados Unidos

Frigorífico San Jacinto oficializó ayer el primer embarque de carne ovina con hueso a Estados Unidos, que se concretará el lunes –tras el suceso de la fiebre aftosa en 2001–, con la presencia de autoridades del gobierno.
Estuvieron presentes en el acontecimiento la embajadora de Estados Unidos, Kelly Keiderling, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Enzo Benech, el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingeniero agrónomo Federico Stanham, además del presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), ingeniero agrónomo Alejandro Gambetta. Son aproximadamente 10 toneladas que representan el primer contingente de carne que sale con ese destino, luego de que EE. UU. habilitó el mercado tras largas negociaciones que demandaron 14 años. Uruguay diseñó la figura del compartimento ovino que ofrece medidas de bioseguridad y fue la llave que le abrió el mercado estadounidense.
El director de la industria anfitriona, Gastón Scayola, se mostró orgulloso con el logro alcanzado después de un largo trabajo conjunto con instituciones públicas. Por su parte, Federico Stanham remarcó la necesidad de empezar a trabajar en marketing para hacer valer el producto en Estados Unidos y pensar en sus próximos mercados.
Luego de exhibir en una mesa los cortes y de introducir en el contenedor las cajas ya cerradas, se efectuó una parte oratoria, donde hubo elogios de la embajadora de Estados Unidos al diálogo y trabajo desarrollado entre ambos países para ganarse la confianza mutua que abre el mercado y de las autoridades uruguayas para agradecer el gesto estadounidense de aceptar la carne ovina con hueso. Benech mostró su profunda alegría de avanzar con Estados Unidos para la carne ovina.
“Hay que apostar al rubro ovino, que tiene historia en Uruguay. Si esto funciona y se ayuda con políticas, el rubro vuelve a pisar fuerte en el país”, aseguró el jerarca del MGAP.
El embarque consiste en todo tipo de cortes, así como carcasas enteras.
Una parte del envío fue introducido en un contenedor de manera simbólica en el frigorífico San Jacinto.