Casi 22 años han transcurrido desde que el 22 de noviembre de 1995 la Asociación Síndrome de Down Paysandú (Asdopay) nació a la vida social. El 7 de noviembre de 2017 quedará inscripto en la historia de la institución como una de las grandes fechas, nada menos que el día en el que formalmente pasó a tener sede propia, un sueño que se persiguió desde el primer momento, como destacó el presidente de la directiva, Rodolfo Urruty.
En su emocionado discurso recordó al grupo de padres que “tuvo la valentía de unirse y poder brindarle mejores oportunidades a sus hijos, un grupo de padres que muchos están acá hoy, con los cuales siempre debemos estar agradecidos, sin ellos esto hoy no sería posible”.
Urruty compartió momentos de su experiencia personal como padre y señaló que “cuando nace un niño con síndrome de Down es un desafío para la familia y en realidad para la sociedad entera; la familia es el primer núcleo integrador, actúa apoyando e impulsando una real integración social, y la sociedad tiene que asumir la responsabilidad de incluir en su seno a las personas con capacidades diferentes, y a su vez la sociedad se enriquece mucho en ese proceso”.
Actualmente son unas 70 las familias vinculadas a Asdopay a través de sus hijos. Durante estos años la entidad estuvo en varios locales alquilados, los que -reconoció- no eran del todo adecuados para el trabajo que se debía realizar. Recordó el proceso de conseguir primero el terreno con el aporte de la Intendencia, “que sin importar quién esté en el gobierno siempre nos apoyó tanto con el terreno, con material para el relleno”, al igual que la Junta Departamental, que aprobó por unanimidad las gestiones realizadas ante ese cuerpo.
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