Luis Giménez discrepa con críticas de la academia

El ingeniero agrónomo Luis Giménez discrepó con las críticas realizadas desde la academia, y aclaró que él “también” habla “desde la academia”. Para el docente e investigador de la Eemac “la información en base a las opiniones que emitimos, fue generada con 20 años de trabajos experimentales que incluyeron doctorado, maestrías, tesis de grado, proyectos concursados, artículos publicados a nivel nacional e internacional”. Pero subrayó que también “mirando la realidad productiva, no solo a nuestro campo experimental, sino también manejando cultivos comerciales con riego y también intentando aportar soluciones para el país productivo, intentando aportar a la mejora de la producción y aumentar la generación de puestos de trabajo”.
Para Giménez “es posible intensificar la producción sin contaminar, no desconozco para nada que puede haber habido contaminaciones por prácticas de manejo de cultivos y de suelos mal realizadas, las que hay que diagnosticar claramente y corregir y, además, mejorar los controles. Pero se están haciendo muchas cosas por el ambiente, por los recursos naturales que no podemos desconocer”.
Para el profesional “sería muy bueno sumar a los académicos que saben de cianobacterias a encontrar soluciones, pero en un marco de colaborar con el país productivo, en un marco de cuidado del medio ambiente cercano a la realidad productiva. El país nos necesita a todos los científicos, al Estado, a los productores, a los trabajadores trabajando juntos para seguir creciendo”, enfatizó.
“Si unos se paran en la vereda de enfrente tirando piedras y otros tiramos piedras del otro lado no vamos a ir muy lejos, debemos levantar la mirada y que cada uno aporte lo que tenga para aportar para el crecimiento y desarrollo del país, con alertas y sin propuestas de solución la mirada es corta, la ciencia debe generar soluciones”, sostuvo. Se critica también que los grandes embalses de las represas multiprediales van a generar contaminación por cianobacterias las que producen sustancias tóxicas y, por tanto, mayores problemas ambientales. Al respecto, Giménez precisó que las posibles obras “van a estar controladas por los ministerios correspondientes y por la Autoridad Nacional de Aguas, y se necesitan los estudios ambientales ajustadamente evaluados por la Dinama”.
Sostiene que “es un juicio alejado de la realidad productiva pensar que va a venir un inversor y va hacer una obra en cualquier lado y va a afectar el medio ambiente, y nadie lo va a controlar. Actualmente, es bastante engorroso y complicado sacar un permiso de riego, ahora se van a triplicar los estudios, no es así nomás construir una obra de riego y ponerse a regar”.
“Y está bien que así sea”, aclara el profesional. “Incluso nos gustaría que fuera menos engorroso, pensamos que los estudios de evaluación deben ser muy sólidos, en lo constructivo, productivo y ambiental, pero también deben ser ágiles. En síntesis, en la ley están tomados los recaudos necesarios para que no haya afectaciones serias del medio ambiente”.
REGAR OTROS CULTIVOS
Consultado si piensa que la aprobación de la ley mejorará la adopción del riego en cultivos y pasturas, y si habrá un país que riegue otros cultivos y pasturas además del arroz, explicó que “creo en lo que el GDR escribió en 2009. El riego tiene mucho para darle al país y para mejorar su adopción se debe tener una mirada integral de las limitantes”.
Entiende que la capacitación “es clave y debe estar pegada al avance de la investigación; hay que generar conocimientos permanentemente, en cultivos hay información pero se debe continuar mejorando, en pasturas hay muy poco generado y es un tema con potencial. La validación también es muy importante para que los productores y los técnicos vean lo que es posible con sistemas con riego bien manejados y así romper con los miedos al riego, a los pivotes a las represas, romper ese criterio cultural que somos productores de secano, hay que avanzar en eso, hay que transformar las cabezas”.
Entiende que el Estado “también debería arriesgar mucho más en esto, porque producir más implica mayor recaudación y debería incentivar mucho más el riego. Los costos energéticos actuales son extremadamente altos, los sistemas de riego que funcionan con energía eléctrica son excluyentes, las inversiones en energía son muy elevadas, los gastos variables de cada milímetro de riego son altos y los gastos fijos de tener potencia contratada son enormes. Hay que hacer coincidir más las políticas públicas para desarrollar el riego, si no lo que promueve una ley lo desestimula una factura de UTE, el sector político debe entender el potencial que tenemos para producir para que las políticas públicas vayan todas en un mismo sentido”, finalizó diciendo.