La decisión de vacunar obligatoriamente la totalidad de los vientres solteros (terneras y vaquillonas que no están preñadas), en el departamento de Paysandú y algunas seccionales próximas de Salto y Río Negro, “ha sido en parte un logro gremial, porque es una medida histórica que ha defendido durante varios años el Centro Médico Veterinario de Paysandú (CMVP)”, señaló a EL TELEGRAFO su presidente, Lauro Artía.
Días atrás, el director general de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganandería, Agricultura y Pesca (MGAP), doctor Eduardo Barre, confirmó a EL TELEGRAFO que la medida será anunciada el lunes 11 de diciembre por las autoridades del MGAP, en el marco de la última reunión de la Comisión Nacional Honoraria de Sanidad Animal (Conhasa), que se celebrará en las instalaciones del CMVP de Paysandú.
“También será un reconocimiento de las autoridades del MGAP venir a realizar la reunión de la Conhasa a Paysandú, porque será la primera vez que sale de Montevideo y que hayan elegido el CMVP es para nosotros un honor y una alegría”. Desde que empezaron los problemas en el departamento de Rocha, “entendíamos que vacunar con la RB 51, una vacuna que permite la inoculación y no interfiere con el diagnóstico, sería una buena herramienta, además de todas las medidas que se están realizando”, explicó el profesional sanducero.
Reconoció la efectividad de la búsqueda y detección de focos y rastreos para su erradicación, entendiendo que “son buenas, pero son mucho más efectivas si además se vacuna, porque estaríamos evitando que los pocos focos que quedan se difundan y diseminen. Si se detecta un foco, siempre será más chico y que no se ha desparramado si hay una vacunación en la vuelta”. Para Artía, la vacunación le hará muy bien a la campaña, incluso desde el punto de vista económico, porque habrá menos positivos.
NO HAY EXPANSIÓN
En el departamento de Paysandú, actualmente hay 57 focos. “Si analizamos la población bovina del departamento, la cantidad de animales positivos no es tan grande”, explica Artía. Se refirió a lo que sucedió en algunos establecimientos muy grandes, “con algunos focos específicos, pero es escasa la cantidad de animales positivos, determinando además que existiera un área muy grande de perifocos”. Agregó que “hay algunos focos con bastantes animales, pero en general han sido de escasa cantidad”.
“Que se estén detectando los focos significa que la campaña está funcionando”, aclaró Lauro Artía “y lo está haciendo bien”. Para eso, manifestó que “se han detectado focos en Paysandú a partir de sospechas de aborto, de sangrados a frigoríficos, por sangrados de particulares por movimientos. Me preocuparía más si no se estuvieran detectando los focos, porque la enfermedad no va a desaparecer por sí sola”.
Días atrás, el director de la División Sanidad Animal, Carlos Fuellis, negó rotundamente que haya una expansión de la brucelosis bovina en la ganadería uruguaya. Y con respecto a la situación en Paysandú, se ha señalado que previo a la decisión de vacunar la totalidad del rodeo soltero, desde el MGAP se analizó información sanitaria de cinco años para atrás, para ver la evolución de la enfermedad en la ganadería de Paysandú.
De los análisis, surge que la mayor prevalencia fue en entre 2014 y 2015, “y la buena vigilancia que está haciendo el servicio ganadero de Paysandú, alumbra la brucelosis en cada lugar que está”, explicó Fuellis. El jerarca aclaró que hay zonas de otros departamentos que “se están mirando con atención”, pero descartó que se esté pensando en vacunar preventivamente, sino que “se apunta a dar una mano reforzando la vigilancia para acortar los tiempos”.
El titular de la División Sanidad Animal del MGAP aclaró que como Uruguay está en la fase de erradicación de la brucelosis bovina, es esperable que vayan apareciendo mayor cantidad de casos en la medida que aumenta la presión de búsqueda. “No nos importa que se alumbren los datos reales, esa es la forma de resolverlos”, aclaró.