Llegó el gran día: el campo se moviliza en Durazno

La movilización que los productores autoconvocados mantendrán hoy en el local Santa Bernardina de la Sociedad Rural de Durazno pretende hacer que el gobierno tome conciencia de la difícil situación que atraviesa el sector. Será presentada una proclama al término del encuentro, que también puede marcar el curso de un conflicto cuyas implicancias aún son desconocidas.
Lo que sí está claro para quienes se movilizan, adhieren y convocan es que la situación no da para más. Hoy será un día crucial para los reclamos que, de no ser recibidos por el gobierno, pueden generar mayores conflictos en el futuro, ante un sector que se moviliza como pocas veces sucedió y está dispuesto a hacer lo necesario para ser escuchado.
Justamente, uno de los principales pedidos que el sector agropecuario le solicita al presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez, es el mismo que el lunes 15 de enero le solicitó al sector arrocero: ser más productivos. Para ser más competitivos, los productores necesitan mejores condiciones, las que pasan por un dólar más alto, el descenso de la contribución inmobiliaria rural y tarifa eléctrica, y que baje el precio de los combustibles, especialmente el gasoil. Medidas que el gobierno no estaría dispuesto a ceder.
Desde las redes sociales, se viene exhortando a quienes participen en la movilización que se manejen con mesura y respeto ante la presencia del sector político, sea cual sea el color partidario de los legisladores. Es sabido que anunciaron su presencia las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, que indicaron que concurrirán este martes a Durazno para escuchar a los trabajadores y productores rurales.
RECLAMO
El reclamo del sector agropecuario es general, pero es bien sabido que hay grupos más comprometidos que otros. Aunque también está claro que el tema central es la “rentabilidad” del negocio y son muchos factores los que impiden que este se cristalice.
Los costos de producción, mejorar la productividad, diseñar mejores sistemas de producción, entre otros, son aspectos importantes. Pero un escenario de costos altos, precios bajos en determinados rubros y rendimientos que no son satisfactorios llevan a pensar más en sobrevivir en el campo que en crecer para mejorar la producción.
GANADERÍA
La ganadería es el rubro que más área y productores involucra en Uruguay. Además de tener costos altos y productos baratos, todo se ha hecho más pesado, porque también incide el valor del dólar.
Es un rubro en el que es mejor ajustar un número y apretar costos que salir a producir más y eso no es buena señal. Además de los altos costos, la calidad de los servicios es mala (ejemplo, la infraestructura), lo que encarece todo aún más.
AGRICULTURA
Los sistemas puramente agrícolas están atados a la suerte del cultivo de soja, porque es el único que permite obtener márgenes económicos y salvar el año. Aquí también inciden mucho los costos. El costo del combustible, además de afectar las labores productivas, determina las zonas donde se realiza agricultura, por el efecto que tiene sobre el precio del flete.
El precio del flete es a tener en cuenta. También el costo energético no está permitiendo incorporar riego al sistema. Se necesita bajar los costos por tonelada producida, para buscar ser competitivos y tener un negocio viable y no tan riesgoso.
Hay que tener en cuenta que los problemas de competitividad (costo país, costo combustible, presión tributaria, entre otros) nos ponen en desventaja con los demás países de la región que compiten con nosotros y tienen esa ventaja que no tenemos.
ARROZ
Las perspectivas del sector arrocero no son nada halagüeñas. Con los mejores rendimientos a nivel mundial, con un arroz de óptima calidad, que se exporta a unos 40 destinos, la producción de arroz de Uruguay está muy cerca de no ser viable.
Los costos de producción de la zafra anterior superaron los U$S 1.700 por hectárea, lo que equivale a 178 bolsas por hectárea. Para obtener cierta rentabilidad, hay que producir 200 bolsas (10.000 kg/ha), porque si llega a haber algún problema climático y el rendimiento es de 150 bolsas (7.500 kg/ha) —que es un rendimiento excelente a nivel mundial— es muy difícil obtener algún margen.
Para la mayoría de los productores de arroz, la permanencia de estos costos tan altos impediría su continuidad, ya que se tecnificó para ser más eficiente.
LECHERIA
Es uno de los rubros, junto al arrocero, más complicados en la actualidad. El momento es difícil, porque hay costos que están afectando los números de los establecimientos lecheros. Actualmente la situación está muy complicada para medianos y pequeños productores por el endeudamiento de años anteriores, los números siguen siendo muy ajustados, y se viene un nuevo período de secar las vacas, en momentos de necesidad de hacer caja para menguar esa deuda.
OVINOS
La problemática para todo el rubro y el país es el alto costo productivo y la falta de confianza en las autoridades. Los productores entienden que, mientras no haya reglas claras, no se puede proyectar qué inversiones realizar.
La máxima de que con la oveja se gana o se empata, pero no se pierde siguió vigente y siempre fue realista. La carne vale y la lana también, y si es fina ni hablar y si no, recuerden los datos de las carpetas verdes del Plan Agropecuario, donde los predios que tuvieron un plus ganancial en los dos últimos años corresponden a quienes hicieron buenos negocios con su lana.
A TENER EN CUENTA
Este reclamo de los productores autoconvocados es una protesta racional, que procura medidas y soluciones urgentes a un sector fundamental de la economía del país. Está claro que el sector salió de la “modorra” y con esta movilización pretende hacerse sentir. Es indudable que el sector agropecuario en Uruguay no va a desaparecer. Lo que sí va a quedar por el camino, como a lo largo de tantos años, son los productores.
De ahí que se pretende revertir este panorama porque, como ha ocurrido en años, la presión cae sobre pequeñas y medianas empresas, que se ven en la dolorosa decisión de cerrar y se deja atrás una forma de encarar la vida.