“No vamos a entregar la lucha que vienen desarrollando los compañeros de Osepi (Organización Sindical de Empleados de PILI) aquí en Paysandú, que les quede claro; vamos a dar batalla con los compañeros, que están en pie de lucha, que tienen el apoyo del Pit Cnt, de la federación láctea y del Cuesta Duarte”, subrayó Carlos Cachón, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), para quien el sector lechero es una cuestión de Estado.
En el acto organizado por el Plenario Departamental del Pit Cnt en conmemoración del 1º de Mayo de 1886, cuando explotó el movimiento en demanda de la jornada laboral de 8 horas, con una huelga en la industrial Chicago, que derivó en la “Revuelta de Haymarket”, el dirigente nacional sindical hizo uso de la palabra.
“Esta industria láctea que ha sido sustentable y sostenible ha venido perdiendo más de 1.500 puestos de trabajo, y la variable de ajuste siempre han sido los trabajadores. Hemos dado lucha a lo largo y ancho del país, porque entendemos que una industria como la láctea tiene que estar. Pero el peso de la crisis no la deben pagar los trabajadores sino los malos empresarios, los que invirtieron mal, los que ponen sobre la mesa ‘no dan los números’. Pero cuando la leche en polvo estaba a 5.000 dólares (por tonelada, en 2013), cuando ya habíamos firmado un convenio, ni el Pit Cnt ni la federación láctea fue a pedir que se reviera el convenio. Pero sin embargo, cuando bajaron los precios internacionales, fueron por la misma variable de ajuste de siempre, los trabajadores”, agregó.
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