Desavenencias en el Gobierno generan inmovilismo e inercia

Solamente la necesidad de mantenerse en el poder puede explicar que partidos y sectores con serias desavenencias y visiones opuestas en varios temas –muchos de ellos, esenciales– permanezcan nucleados en la fuerza de gobierno, evaluó el líder del Partido Independiente, senador Pablo Mieres.
Dijo que “no existe tema relevante del acontecer nacional en el que no existan posiciones enfrentadas dentro del partido de gobierno”, porque “no se ponen de acuerdo en casi nada. Dentro del Frente Amplio coexisten concepciones fuertemente enfrentadas, sobre todos los asuntos principales”.
A juicio del legislador, estas profundas diferencias se manifiestan en la educación, la política internacional, la política de salud, el Código del Proceso Penal y ello deriva en que “todos los asuntos principales estén bloqueados, como resultado de visiones contrapuestas, que no son de menor entidad. Por el contrario, se trata de diferencias conceptuales profundas”.
Mieres mencionó que, en el caso de la educación, su conducción está “empantanada en una lógica inerte”, que lo único que hace es “agravar nuestras iniquidades y nuestro rezago en aprendizajes, posicionando nuestro país en una situación cada vez más retrasada”. Evaluó que esta conducción es defendida por el propio Gobierno y por importantes sectores de su partido, mientras que “gente del Frente Líber Seregni mira con buenos ojos la propuesta transformadora de Eduy21, que implica una profunda reforma de la educación y un cuestionamiento directo a la actual política educativa”.
En lo que refiere a la política internacional, el legislador consideró que la mayoría del Frente Amplio bloquea los acuerdos que el Gobierno trata de impulsar en el marco de una política internacional de apertura al mundo promoviendo acuerdos comerciales para abrir nuevos mercados con arancel cero.
Puso como ejemplo el caso del “tímido cambio que implica el tratado de libre comercio con Chile”, en tanto “el Gobierno mantiene un vergonzoso silencio ante la dictadura corrupta de Venezuela, mientras varios dirigentes del Frente Amplio reconocen la gravedad de la situación y la violación a los derechos humanos. Hay, detrás de estas diferencias, concepciones muy distintas, nada menos que sobre el valor de la democracia”.

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