Hay oportunidades de mejoras en análisis nutricional y manejo de alimentación en tambos, dijo Aguerre

Información relevada por técnicos uruguayos y presentada por el doctor Martín Aguerre en las 46ª Jornadas Uruguayas de Buiatría establece que “surgen varios puntos en los que los sistemas de producción lecheros tienen oportunidad de mejora”.
El integrante de la Red Tecnológica Sectorial de Lechería, quien trabajó junto con el ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste en la investigación, contó a EL TELEGRAFO que el control en la oferta de alimento, vinculada principalmente con una mejora en la utilización de las reservas de forraje en el preparto, “es un punto a considerar”. A su vez, tanto la oferta como la composición del concentrado en las dietas preparto “deberían de seguir la lógica de aportar los nutrientes complementarios a los aportados por la reserva con el fin de balancear la dieta”.
En este sentido, la concentración de proteína y de energía en las dietas preparto “son aspectos importantes a corregir. Los datos relevados en relación con el manejo del pastoreo en términos de disponibilidad de la pastura asignada y de la oferta de pastura por vaca en ordeñe revelan que los sistemas de producción han evolucionado positivamente en relación con los antecedentes reportados en trabajos similares”.
Sin embargo, el bajo consumo de pasto de cosecha directa logrado con respecto al potencial estimado con base en la asignación de pastura para animales sin suplementación “marca oportunidades muy importantes de mejora en el uso de la pastura”. En este punto, Aguerre destacó que resulta claro que “en las situaciones relevadas el nivel de suplementación es el que condiciona el consumo de pasto de cosecha directa por las vacas en producción”.
Los sistemas con menor eficiencia de consumo de pasto por vaca en ordeñe “manejan mayores niveles de suplementación, con un uso más ineficiente del concentrado”. A pesar de obtener mayor productividad por vaca, “la combinación de menor consumo de pasto con una menor eficiencia de uso del concentrado no permite mejoras en el margen por vaca ni por hectárea”. El ajuste en el nivel y composición del suplemento ofrecido “en función del aporte de la pastura es otro punto a mejorar si se pretende obtener buenas respuestas a la suplementación”.
INCREMENTO
En su exposición, consideró que en los últimos años “la producción de leche en Uruguay ha tenido un fuerte incremento. La entrada de leche a plantas industrializadoras aumentó de 1.137 a 2.026 millones de litros (78%) entre los ejercicios 2000-2001 y 2015-2016. Este crecimiento se vio sustentado por una mayor productividad por hectárea, ya que, según la misma fuente, la superficie total de tambos cayó en un 24%, pasando de un millón hectáreas en 2000-2001 a 763.000 hectáreas en 2015-2016”.
Así, el crecimiento en la producción de leche “se basó en un aumento de la carga animal en los sistemas (+32%) y fundamentalmente en una mayor productividad por vaca masa (VM), que pasó de 3.220 a 4.768 litros por vaca masa por año (+48%) entre los ejercicios 2000-2001 y 2015-2016”.
Con una cadena productiva netamente exportadora, “los sistemas de producción lecheros de Uruguay deben ser competitivos internacionalmente y proyectarse en modelos productivos de bajo costo relativo. En este marco, la producción de pasturas (praderas perennes y verdeos), asociada a una buena utilización y eficiencia de transformación de la materia seca consumida en leche, tiene impacto directo en los costos de producción”, dijo.
Las pasturas templadas de buena calidad “son ampliamente utilizadas en los sistemas de producción de leche, constituyendo una excelente fuente de nutrientes para alimentar las vacas en ordeñe y la recría de reemplazos. Este tipo de alimento contienen entre un 18 y 24% de materia seca (MS), 18 a 25% de proteína bruta (PB), 40 a 45% de fibra neutro detergente (FDN) y de 1,53 a 1,67 Mcal/kgMS de energía neta de lactación. La materia orgánica, las fracciones fibrosas y nitrogenadas de este tipo de pasturas son altamente degradadas en rumen”.
Sin embargo, Aguerre sostuvo que la concentración energética de este tipo de alimentos “en adición a sus altos contenidos de humedad y fibra puede resultar en bajos consumos de MS y energía que condicionen la producción. Estos factores, en adición a las grandes fluctuaciones en la disponibilidad de forraje que se dan en las diferentes épocas del año, han llevado a que los sistemas de alimentación incluyan niveles crecientes de suplemento (reservas de forraje o concentrados) en la dieta, con el fin de aumentar y estabilizar la producción de leche a lo largo del año”.
SEGUIMIENTO
En un seguimiento de 37 predios comerciales, distribuidos en distintas regiones del país, “se evaluó la producción de leche y la alimentación del rodeo en ordeñe durante el período abril-noviembre de 2003. Estos autores reportaron bajos niveles de producción individual durante los primeros 105 días de lactancia, tanto para animales multíparos como primíparos (18,5 y 16,8 litros por día, respectivamente), resultado de bajos niveles de consumo total de alimento (13 a 17 kg MS/vaca/día)”.
La pastura cosechada directamente por los animales “representó, a lo largo del año, entre el 50 y el 85% de la dieta consumida. Analizando esta serie de datos durante un período más prolongado, diagnosticaron problemas estructurales en el manejo del pastoreo, con ingreso a pasturas con baja altura y disponibilidad por hectárea y con asignaciones por vaca que limitaban el consumo y explicaban el bajo desempeño productivo de los animales”. En los sistemas que registraban mayor producción individual, “los animales llegaban al parto con mejor condición corporal, registraban mayor producción de leche desde el primer mes de lactancia y pastorearon pasturas con mayor disponibilidad y altura de biomasa, sin detectarse diferencias en los niveles de suplementación con concentrados”.
DATOS RECIENTES
Datos más recientes, que surgen del análisis de la información proveniente de más de 300 predios comerciales de 2011 a 2014 (Proyecto de Producción Competitiva de Conaprole), “señalan que tanto la producción individual como la carga en los sistemas de producción de leche se han incrementado”. Si bien durante los últimos años se constató un aumento en los niveles de suplementación (reservas de forraje y concentrados), la base de los sistemas de producción de leche en Uruguay sigue siendo esencialmente pastoril y el pasto de cosecha directa representa entre el 48 y 54% de la dieta de los animales en el año”.