Precios de lana Merino se mantendrán altos, según informe de especialistas

“Todo parece indicar que los precios de la lana Merino se mantendrán altos, aunque podríamos estar cerca de un pico cíclico en los valores”, sostiene un informe elaborado por los especialistas locales Roberto Cardellino y José Luis Trifoglio, junto a Chris Wilcox de Australia. Los profesionales explican que en lanas medias y gruesas “es probable que los precios actuales, tan bajos, no se mantengan y se produzca cierta recuperación”.
Argumentan que las grandes interrogantes para el futuro están centradas en lo que pueda suceder en el mercado de la lana, fundamentalmente dos: ¿puede continuar la situación tan favorable para las lanas Merino?, ¿es posible que se recupere la situación de las lanas medias y gruesas?”
Muchos analistas opinan que parecería difícil mantener los altísimos precios de la lana Merino que se observan actualmente (ubicados en el percentil 90), por más que la confianza del consumidor y las ventas minoristas aumentan gradualmente en los seis principales países consumidores: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón, Corea del Sur y China.
No obstante, precisan que “los riesgos en torno al crecimiento económico global se mantienen”. A su vez, y particularmente para las lanas superfinas, “la relación de precios en comparación con otras fibras competidoras ha llegado a niveles muy por encima de los promedios históricos. Esto significa una amenaza potencial y una mayor probabilidad de sustitución, aunque hasta ahora no ha ocurrido”.
Además, la producción mundial, en particular la de Australia (340 millones de kilos sucios), se mantendrá en los niveles actuales, que son relativamente bajos en relación con el volumen usado en vestimentas”, explican los expertos.
En términos de lanas Merino por micronaje, “es probable que la producción de lanas superfinas vuelva a caer, mientras que la de Merino fino y medio aumentarán”. Un aspecto positivo de cara al futuro es que la oferta global de lanas Merino “estará restringida a la producción anual, porque todos los stocks de dichas lanas ya se vendieron en 2016 y 2017, cuando subieron los precios”.
Las industrias chinas “están buscando nuevos usos para este tipo de lanas, tanto en mezclas con otras fibras como puras. Sin embargo, todavía existen abundantes stocks de estas lanas, fundamentalmente en Nueva Zelanda, mientras que los stocks en China probablemente han ido disminuyendo”.
“De modo que la recuperación de los precios en estos tipos de lana no se producirá significativamente en el corto plazo, aunque comienza a visualizarse un mayor interés de China por lanas medias, de menos de 28 micras”.
De todas formas, para los productores de nuestro país con sistemas productivos “donde la lana fina (<25 micras) es un componente importante (majadas Merino, Dohne, Ideal), el panorama del mercado lanero representa una excelente oportunidad para su negocio”.
CAMBIO POSITIVO
El informe sostiene que “sin duda se ha concretado un cambio positivo en lo que refiere a los tipos de lana producidos. A pesar de haber ocurrido un marcado descenso en la producción nacional de lana, tanto la proporción como el volumen absoluto de lanas Merino de menos de 22,5 micras se han incrementado, gracias a la presencia de diversos programas productivos orientados en este sentido, promovidos por diferentes organizaciones”.
“A nuestro juicio, la introducción al país de genética Merino desde las zonas apropiadas de Australia ha sido, en gran medida, la causante de disponer hoy de lana Merino más fina, de mejor color y más largo de mecha”.
Agrega que en cualquier país “la decisión de si hay más o menos ovinos y también gran parte de los índices productivos dependen de los productores. Sería muy necesario que se estudiaran con mayor profundidad las razones que esgrime el productor como limitantes para otorgar al rubro una prioridad mayor, así como su importancia relativa”.
La clave de la interrogante continúa siendo: “Si el negocio ovino es bueno o muy bueno, ¿por qué el productor ganadero no lo adopta?” El estudio indica que el stock ovino nacional “ha venido descendiendo. No obstante, la evolución favorable de los precios internos de la lana y la carne ovina. No ha tenido un driver claramente identificado. De modo que el tema es en realidad mucho más complejo que solamente un asunto de precios relativos de la lana y la carne ovina, y hay otra serie de factores que deberían analizarse para explicar e intentar solucionar la situación del stock ovino y su productividad”.
Sin disponer de una evaluación cuantificada de la importancia que el productor ganadero otorga a estos factores, “resulta muy difícil pronosticar si se va a producir una recuperación del stock ovino, en qué plazo y a qué velocidad, a pesar de los buenos precios para las lanas finas y para la carne ovina”.
MERCADO DE LANAS
La guía general más importante para analizar la evolución del precio de la lana para vestimentas es el Indicador de Mercado del Este (IME), que opera en Australia y es la principal referencia del mercado lanero mundial. El IME ha venido aumentando en forma sistemática desde comienzos de 2016 en dólares americanos, superando variaciones en el tipo de cambio (entre el dólar australiano y el americano) y diferentes precios de las fibras competidoras.
Los precios de la lana en Uruguay siguen, en términos generales, al mercado australiano como referente. Si bien no se pueden descartar variaciones circunstanciales del mercado, parece claro que la demanda de lana como materia prima de vestimentas se ha afianzado y constituye un asunto no ya circunstancial, sino estructural.
El consumidor final está demostrando su afinidad con materiales más suaves, más finos, más amigables con el ambiente, renovables y poco contaminantes. En ese entorno, la lana juega un papel trascendental. Constituye solamente 1,2% del consumo total de fibras en el mundo, de modo que su rol es y seguirá siendo el de una fibra para cubrir un nicho de mercado.