La selección uruguaya arribó ayer a Nizhny Nóvgorod, al este de Moscú, sin contratiempos y con el ánimo más alto que nunca de cara a su debut en la Copa del Mundo ante Egipto en cuatro días. Los dirigidos por Óscar Tabárez realizaron un viaje directo de 16 horas desde Montevideo.
El equipo celeste pisó suelo ruso a las 18 hora local (12 de Uruguay), en medio de los aplausos de los hinchas locales, y partió rumbo a su búnker de concentración ubicado a unos 20 kilómetros de Nizhny, el Borsky Sport Centre, un complejo con todas las comodidades y dos canchas en impecables condiciones. El plantel descansó ayer y hoy trabajará en doble horario; el movimiento vespertino estará abierto a la presencia del público.
Los delanteros Luis Suárez y Edinson Cavani acapararon las miradas de los hinchas que se acercaron al aeropuerto para darle la bienvenida al equipo.
“Estoy contento de estar ya en Rusia. El viaje se hizo llevadero, viajamos de noche para poder descansar también y eso es muy bueno. Tuvimos una hermosa despedida en Carrasco, fue mucha gente y más allá de lo puntual, los 15 días que estuvimos en contacto con la gente, todos nos demostraron la energía positiva que tienen para con todos nosotros”, dijo el capitán Diego Godín a canal 12 poco después de bajarse del avión.
“Uno empieza ya conscientemente a prepararse de otra manera ahora que estamos en Rusia y ya empezamos a pensar en el primer partido ante Egipto”, prosiguió. “El mensaje es que llegamos con muchísimas ganas de estar acá, empezar a prepararnos, vivir ya el Mundial de cerca y queremos empezar con un triunfo ante Egipto”, insistió el zaguero del Atlético de Madrid.
Con Mohamed Salah aún en duda por lesión, Egipto es el primer escollo que tendrá la celeste en la Copa del Mundo este viernes 15, desde las 9 hora uruguaya. Cinco días después enfrentará a Arabia Saudita y cerrará su participación en la serie ante Rusia el 25 de junio, un camino que lo llevará a recorrer miles de kilómetros ya que ninguno de sus partidos se disputa en la ciudad donde instaló su concentración.
A diferencia de Brasil 2014 cuando una lesión de meniscos encendió las alarmas y incertidumbre sobre la participación de Luis Suárez, Rusia 2018 encuentra al equipo en buena forma.
Sin sumarse a Alemania, Brasil, España y Argentina en la lista de favoritos a llevarse la Copa, los hombres de Tabárez –el entrenador con más partidos al frente de una selección– confían en que su regularidad en defensa, la juventud de su mediocampo y la explosiva dupla de ataque formada por Suárez y Cavani pongan emoción al Mundial.