Los alumnos de 6º año A de la Escuela Nº107 obtuvieron el primer premio en las Olimpíadas de Programación y Robótica que organiza año tras año el Plan Ceibal y que se desarrolló en el LATU en Montevideo.
A principio de año los estudiantes, junto con la maestra Adriana Olivera y el maestro de Apoyo Ceibal (MAC) Sebastián Cantero, decidieron participar en este desafío, con un trabajo sobre la “contaminación hídrica” debido a que les surgió la inquietud de solucionar la problemática del agua contaminada. Decidieron la creación de un filtro de agua, por lo que debieron investigar sobre distintos tipos de filtros hasta que llegaron a la utilización de pedregullo de diferentes tamaños, arena de distintos tipos y algodón como elementos principales del proceso de filtrado.
En este sentido, visitaron OSE, donde tuvieron una charla con uno de los encargados, quien les explicó cómo era el proceso de potabilización del agua. “El encargado de OSE se mostró interesado en nuestro proyecto y nos explicó que para un mejor filtrado y claridad del agua necesitábamos la piedra antracita”, contó Cantero. La escuela debió enviar una nota al ente solicitando que se les facilitara esta piedra, que es volcánica, no se consigue en Uruguay y se importa desde China.
Una vez que lograron la creación del filtro, debieron unificarlo con el kit de robótica y programarlo para una óptima función. El profesor de robótica comenzó a realizar talleres para familiarizar a los niños con la robótica hasta que se llegó a la creación de un robot encargado del filtrado.
LOS HIDROPURIFICADORES
Los hidropurificadores, así se llama el equipo que viajó a Montevideo para exponer en el LATU su proyecto, que a la postre sería elegido como primer premio, siendo la primera vez que Paysandú obtiene esta distinción. “Fue una experiencia muy linda, al principio teníamos muchos nervios”, dijeron Avril Ravera, Guadalupe Suárez, Jeremy Aragonés, Ángelo López y Mateo Pagani, quienes fueron los que representaron a la clase en la capital. Ellos fueron seleccionados luego de realizar una prueba entre los estudiantes que estaban más interesados en el proyecto.
El robot funciona de la siguiente manera: se coloca agua en el filtro y debajo un vaso de vidrio. Al activarse el sensor, cuando se coloca el vaso se enciende una luz roja y comienza el filtrado, al culminar se prende una luz verde indicando que se puede retirar el vaso con agua.
Este prototipo se puede recrear, por lo que la idea inicial es compartirlo para que se pueda desarrollar y así contar con varios en diferentes lugares de la escuela para poder utilizar o reutilizar el agua en un estado 100% filtrado.
“El filtro la clarifica, pero necesitaríamos hacerle más pruebas para ver si podemos tomarla”, dijeron los estudiantes.
Fueron cinco los que viajaron a Montevideo, pero el proyecto “Contaminación hídrica” fue creado por toda la clase: Rocío Lombardo, Avril Ravera, Viviana Minetti, Guadalupe Suárez, Virginia Campero, Geraldine Maldonado, Emilia Romero, Clara Romero, Tiziana Sánchez, Sofía Correa, Ariadna Carballo, Gustavo Coito, Jeremy Aragonés, Bruno Pelufo, Leonardo Sirio, Lautaro Uria, Mateo Pagani, Alex Strupino, Thiago Rodríguez, Leonardo García, Ángelo López, Lucas Hermoso, Axel Hermoso, Marlon Bico, Favio Vidiella, Gustavo Peschera.
“Queremos destacar el incondicional apoyo de la directora Graciela Etchamendi en el desarrollo del proyecto, en la facilitación de los espacios, tiempos y recursos para llevar a cabo dicho prototipo. Como decimos, en la Escuela 107 con mentes motivadas, todo se puede lograr’”, señalaron Olivera y Cantero.
Asimismo, la directora destacó “la colaboración de los padres en una escuela en la que se trabaja con compromiso del equipo docente”.
“Este equipo de trabajo, tanto alumnos, docente, el MAC y la directora, nos sentimos muy contentos por lograr el objetivo planteado a principio de año: avanzar en los aprendizajes de los alumnos, partiendo de un problema puntual dentro de nuestra institución, desarrollar con los alumnos motivados, con foco atencional constante y promover los desafíos como parte del proceso educativo”, concluyeron.
