“Decir esto es algo medio antiguo pero se encuentra siempre vigente: en algún momento el laburo paga porque si no, no tendría sentido”. De este modo, el presidente de Trébol, Alejandro Fernández, resumió el significado del título de campeón de su institución, el primero en más de cuatro décadas de existencia.
El trabajo de muchos años, del compromiso de sus componentes, dio sus frutos con la copa en la vitrina. Para ello, Fernández destacó el haber conformado cuatro planteles en mayores, lo que “alimenta” a las bajas naturales que van apareciendo en un campeonato “duro”, tanto por lesiones, por convocatorias a la selección uruguaya y por razones laborales o de estudio.
“Si no tenés un recambio no podés competir. Esto es muy duro, tenés que estar muy bien de todos lados para poder bancar un campeonato largo. Además, tenemos la mitad del plantel en Montevideo y la otra en Paysandú. Pero no son excusas, lo vivimos y lo afrontamos así, nos hemos adaptamos y lo vemos como algo más en la actividad deportiva”, subrayó a EL TELEGRAFO el presidente de Trébol, en medio de los festejos de los rugbistas e hinchas en la cancha de Old Boys.
A su vez, ponderó ese compromiso y sacrificio de los jugadores: “Son inteligentes, se dan cuenta que si no están físicamente al cien por ciento no podés entrar, que lo sufrís demasiado”. “Esto es muy grande realmente”, se enorgulleció.
Y a partir de la próxima temporada, el desafío de defender el título. “No tengas dudas que lo más difícil es mantenerse, todo querrán ganarle al campeón. Tenés que mostrar la chapa en cada partido, será cada vez más complicado. Es lo que soñamos. Hace 42 años queríamos esto, se lo merecen”.