¿Por qué Guillermo Caraballo viaja a China?

El intendente de Paysandú Guillermo Caraballo, junto a otros cinco jefes comunales del país, está en viaje a China. Entre aeropuertos y conexiones, avanzando en el huso horario hasta las 11 horas por delante de la hora legal uruguaya. El martes comenzará su participación en un foro de cooperación entre gobiernos locales, que se extenderá hasta el sábado. Tendrá una semana más para realizar contactos en algunas ciudades de cuatro provincias. Al mismo tiempo esta semana, durante el foro, seguramente también se encontrará con otros líderes chinos.
¿Por qué viaja Caraballo a China? ¿Qué tiene Paysandú que sea de interés para el país asiático? ¿Puede un inversor chino pensar en este departamento como objetivo de sus negocios?
En primer lugar debe establecerse que se trata de una visita de carácter político, con conexiones con la diplomacia. Eso se debe a que la invitación proviene de la Asociación del Pueblo Chino con el Extranjero. Y también a que los viajes que a lo largo de todo este año han realizado prácticamente todos los intendentes (ahora está viajando el último grupo), el Presidente de la República, ministros y otras autoridades, se inscriben en el trigésimo aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Probablemente se establezcan las bases para que en una futura visita de autoridades chinas a Paysandú se firmen un hermanamiento, lo que tiene por objetivo intercambios culturales y educativos, sin dejar de lado si existe la posibilidad de incentivar lazos comerciales.
Paysandú no ha tenido éxito en este sentido pues casi no mantiene relaciones con ninguna de sus tres ciudades hermanas (Muscatine, Iowa, Estados Unidos; Hellín, España; Esmara, República Árabe Saharaui Democrática). Eso, no obstante, no invalida el procedimiento. De hecho, Montevideo hace buen uso del sistema y obtiene buenos logros de sus decenas de hermanamientos.
Dentro de esa concepción política, el intendente de Paysandú tiene la posibilidad histórica de poner en contexto al departamento. Hay que tener claro que China mira al mercado no desde una perspectiva de país sino de subcontinente, esto es Latinoamérica. Pero esa mirada de gigante no deja de lado el apoyo que puede recibir del enano, como en la fábula infantil. Todos somos necesarios en el comercio global, más allá de que las alianzas contemporáneas se estructuran en base a capitales y no a banderas.
Excepto claro en nuestra región, donde seguimos atados a un Mercosur que no ha logrado avances significativos.
China reúne dos condiciones insuperables para Uruguay y ahí puede haber un nuevo nicho de mercado para Paysandú. Es por lejos el principal socio comercial (con una participación del 28%) y además es el único de los cinco principales con el que el país tiene superávit en la balanza comercial. Por el contrario Uruguay cerró el 2017 con comercio negativo con Brasil, Argentina, la Unión Europea y Estados Unidos. Mejor todavía, esta situación comercial se logró sin ningún tipo de acuerdo comercial que facilite la penetración de bienes y servicios uruguayos al país oriental.
Según datos de Uruguay XXI, en 2017 se exportaron U$S 2.549 millones a China en base a soja, madera y carne. La cifra es muy superior a lo que Uruguay exportó este año a la Unión Europea y Estados Unidos juntos (U$S 1.985 millones) o a Brasil y Argentina juntos (U$S 1.722 millones).
Sin embargo, aún cuando los números y la calidad de la relación comercial sugieren la dirección de la “ruta de la seda”, Uruguay no ha tomado debida cuenta de las enormes posibilidades que brinda este mercado, incluso para un país tan pequeño.
Atado al Mercosur, este bloque sigue prefiriendo a la Unión Europea, Canadá, Nueva Zelanda y Australia. Esos países, empero, se abren al mercado chino. América Latina, no solo el Mercosur ni Uruguay –y menos Paysandú– es importante para China fundamentalmente por dos razones: por sus recursos naturales y por el posible mercado que se está desarrollando en la región para los productos chinos.
Soja obtiene de Argentina y Uruguay, cobre de Chile y Perú, petróleo de la desvencijada Venezuela. De Uruguay carne. Sundiro Holding ha comprado ya varios frigoríficos y desde el año que viene se propone faenar unas 200.000 cabezas de ganado. Exporta carne con trazabilidad certificada a China.
¿Y Paysandú? China tiene interés en cítricos y arándanos. Del primero hay gran experiencia y emprendimientos sólidos.
Del arándano también. De hecho hay experiencia de empresas sanduceras en exportaciones de ese tipo. Con la mirada de exportar hacia mercados pequeños dentro del gigante asiático también se puede pensar en vinos.
Seguramente durante esta visita, Caraballo también buscará interesar a capitales chinos en obras de infraestructura con acento turístico, un sector del que mucho se habla pero poco se concreta en el departamento, excepto desde la visión de las autoridades de la Dirección de Turismo.
La ubicación de destaque desde el punto de vista geopolítico de Paysandú puede también ser un atractivo en el marco del perfil de negocios regional que ha demostrado tener China.
En consecuencia el viaje del intendente de Paysandú a China no es simplemente tiempo perdido o de turismo. Es una oportunidad para establecer contactos con quienes son los reyes de la diplomacia, del respeto y de las negociaciones.
Difícilmente se obtengan resultados más allá de acuerdos, de exposición del departamento, pero eso no invalida una visita internacional que, por otra parte, representa una invitación desde China, que se hace cargo de los gastos internos y de cuatro de los seis pasajes internacionales de la delegación. Los otros dos fueron pagados por el Congreso de Intendentes.
En 2001, cuando el entonces intendente Álvaro Lamas y un grupo de empresarios viajó a Rusia, no se lograron contratos, pero sí una sólida experiencia. No siempre los resultados son instantáneos. Especialmente para un país tan pequeño como Uruguay y para un departamento como Paysandú. La respuesta a las preguntas del comienzo seguramente no se responderán a fin de mes con el retorno de Caraballo. Incluso ni siquiera durante lo que le queda de mandato. Eso no inhabilita intentar hacer camino. A veces se logra, a veces no. Pero siempre es mucho mejor intentarlo. China se abre a Latinoamérica. Aquí estamos nosotros.