Tensa situación familiar derivó en la intervención de mediador de la Policía

Un llamado recibido por el 911 originó un amplio despliegue policial ante la presunción de que podría tratarse de un caso grave, ya que había menores involucrados y se efectuó al menos un disparo con un arma de aire comprimido. El hecho se registró pasadas las 20 en las inmediaciones de Solano García y Proyectada 49 Sur.
Presente en el lugar, EL TELEGRAFO pudo tomar conocimiento de la situación. Personal de la Comisaría Tercera, Grupo de Respuesta Táctica y de Investigaciones se desplegaron en los alrededores de una finca precaria, construida en ladrillos, en cuyo interior estaba una señora con sus dos hijos. Afuera, el padre de los niños dialogaba con los uniformados y explicaba la situación. Al parecer, en la tarde de la víspera, la señora se mudó a la finca –que antes compartía con su familia– junto a sus hijos. Para ingresar, como no tenía llave del candado que el hombre le había puesto a una puerta, rompió la cerradura. Esto motivó que el hombre –que según vecinos ya no habitaba la finca y estaba momentáneamente sin moradores– se presentara y mantuviera una discusión con su expareja.
La pelea verbal fue subiendo de tono y en determinado momento la mujer tomó un arma de aire comprimido, réplica de un revólver 9 mm, y efectuó al menos un disparo. Temiendo por la integridad de sus hijos, el hombre pidió a la Policía que los resguardara y que hicieran lo posible por rescatarlos sanos.
Asimismo, el titular de la Comisaría Tercera, subcomisario Hugo Acevedo, fue el encargado de oficiar como mediador y lograr calmar a la señora, nerviosa por el episodio. Éste le pidió que abriera la puerta, la cual respondió no tener llave del candado, pero luego colaboró para romperlo y finalmente abrir. Mientras Acevedo dialogaba con la mujer –con la empatía necesaria en este tipo de casos–, uniformados del GRT constataban a través de una ventana frontal que los menores se encontraran ilesos.
Se le pidió al hombre que se retirara del frente de la casa para evitar la confrontación y la mujer cedió a abrir la puerta. En primera instancia hizo entrega a Acevedo del arma, que estaba dentro de una bolsa de nailon blanca, y luego salieron sus hijos –dos varones menores de edad– y ella. Los tres fueron trasladados a la Comisaría Tercera, al igual que el hombre, que concurrió a radicar la denuncia.

“la casa la construyó ella”

Luego de calmados los ánimos, EL TELEGRAFO pudo recabar datos con varios vecinos de la cuadra que habían sido testigos del hecho. Una de ellas indicó que la casa “la construyó ella (por la señora) por lo que le corresponde venir a habitarla con sus hijos”. Separados y cada uno con nuevas parejas, la casa “quedó cerrada y nadie vivía ahí”.
“Pero ahora la mujer volvió con sus hijos porque no tiene dónde vivir y es legítimo que estén en su casa”, sostuvo.
Otro, por su parte, dijo que la señora “no le disparó a nadie, se le escapó un tiro por nerviosismo”. “La conocemos y sabemos que es buena madre y buena persona. Por suerte que no pasó a mayores”, sostuvo.