Carlos Damico: “El saldo es positivo”

Momentos previos al inicio de la reunión llevada a cabo en la Liga de Básquetbol de Paysandú, estuvimos dialogando con el presidente de esta institución, Carlos Damico, quien entiende que se cerró de buena manera el año de actividad en materia deportiva, en tanto ya se está comenzando a trabajar en diferentes aspectos que resultarán beneficiosos para la futura temporada.
En tal sentido dijo que “podemos manifestar que fue un año que cerró con números positivos, se terminaron todos los campeonatos, al comenzar un poco más tarde se debió comprimir un poco la competencia, pero lo cierto es que a esta altura ya han finalizado todos los torneos, está todo laudado y ahora en el cierre se brindará todo el informe de la actuación, que va a ser público, lo van a recibir también los medios. Pero además está acompañado de una serie de propuestas para el año que viene a partir de la experiencia de este año, y es mejorar y seguir desarrollando el básquetbol en Paysandú”.
Sobre la consulta sobre si seguirán en funciones los actuales neutrales, respondió que “la Asamblea decidirá o no la continuidad. Por lo que venimos conversando, en vista de los lineamientos del trabajo del proyecto que estamos llevando adelante, varios ámbitos que exceden a veces la competencia del básquetbol, por lo menos un año más vamos a estar casi seguro”.
¿Existe la posibilidad de que se incorporen nuevas instituciones que no están en la órbita del básquetbol directamente, pero que se pueden sumar para la actividad de formativas?
“Estamos trabajando –respondió– con las instituciones de la educación pública y privada, instituciones deportivas de Paysandú, para promover la integración a la actividad del básquetbol, fundamentalmente de las categorías de los siete a los 13 años, tanto femenino como masculino y se cuenta ya con dos instituciones que el año que viene se van a estar incorporando.
También estamos conversando con otras áreas buscando esa misma integración teniendo dos líneas de trabajo con niñas y adolescentes en esas edades de entre siete y 13 años, también por altura, para poder convocarlos para jugar al básquetbol, ya sea en las instituciones o en instituciones afiliadas a la Liga, y o incorporarse con esos chiquilines a la competencia local”. “Chapatín”