Comité de Bioética de Comepa recibió el Premio Morosoli

(Gentiliza El Serrano)

El Comité de Bioética de Comepa fue galardonado con el Premio Morosoli 2018, que otorga anualmente la Fundación “Lolita” Rubal en Minas, Lavalleja, distinción que tiene en cuenta lo realizado institucionalmente en un área que es de funcionamiento obligatorio a nivel de instituciones de salud del Uruguay. Los integrantes del citado comité cumplen una función totalmente honoraria y tienen, dentro de sus cometidos, atender los planteos fundamentados de pacientes, como así también la tarea interna de preparación y concientización del personal de salud.
La directora técnica, doctora Carla Belotti, señaló que esta distinción “nos llena de orgullo como institución de salud, con un esfuerzo que es del equipo de trabajo. El Comité de Bioética surgió con fecha 22 de junio del 2011 a instancias de un decreto oficial donde se exige que las instituciones lo tengan y que esté integrado por personal de salud, así como por un representante de usuarios. Desde ese momento está integrado este grupo humano que se ha enriquecido en el tiempo, enriqueciéndose con personas que se van agregando y algunas se han jubilado pero mantienen su vínculo, lo que es muy destacable”.
Destacó que “tenemos el asesoramiento desde hace años del profesor doctor Oscar Cluzet y lo más importante de este reconocimiento (Premio Morosoli), que es muy importante para ellos y para nuestra institución, es que este es un grupo honorario que trabaja por la convicción y voluntad de mejorar, de ayudar, manteniendo un trabajo regular y silencioso durante todo este tiempo. Su trabajo incumbe a áreas que, muchas veces, quedan dentro de lo más institucional”.
La presidenta del comité, Cecilia Pintos, subrayó que “la representación de los usuarios, que recae en la persona de Francisco Debali, es fundamental, porque al momento de que tenemos que elaborar una recomendación sobre una historia clínica que nos llega con algún dilema ético médico o no médico, el tema toma un cariz muy especial. Esto nos llega y puede llegar de un funcionario o de un usuario, siendo necesario que sea con una buena redacción del caso clínico. Lo importante de que al elaborar una recomendación tener un usuario (representante) nos da otra mirada y lo rico es que se escuchan todas las voces, todos opinamos y tratamos que todos nuestros testimonios estén en ella”.
Aclaró que “no es una situación vinculante, la recomendación se toma o no de la historia clínica, se toma o no pero por el profesional o el paciente. Somos un órgano independiente, trabajamos en forma muy libre y si bien representamos a Comepa trabajamos en forma independiente. Eso sí, contando con el apoyo institucional porque (en caso contrario) esto sería imposible”.
Entre las funciones que cumple el Comité de Bioética está la parte educativa a diferentes servicios y sobre ello Pintos sostuvo que “la temática es planteada por los servicios y este año, por ejemplo, hemos trabajado la confidencialidad en todos los sentidos, incluyendo aquellos servicios externos y que tienen que tener, necesariamente, la misma mirada institucional de los funcionarios”.

LA INCLUSIÓN DE LA BIOÉTICA
En cuanto a la inclusión de la bioética en la salud, el doctor Oscar Cluzet señaló que vino “para contribuir a humanizar la Medicina, sacar aspectos de funcionamiento y de interrelación, dado que la Medicina es al cabo una ciencia y un arte de orden social, en la que la persona-paciente y sus familiares con el equipo de atención de salud pasan a ser un aspecto sustancial. Ese paciente que tiene derechos que ha conseguido, que se han reconocido y de los cuales la persona va tomando conciencia. Nosotros tenemos que velar porque los derechos del paciente se vean consolidados; de hecho cada ocasión en que se nos trae un caso ello se obtiene y por una razón muy sencilla: atendemos conflictos éticos intrínsecos a la Medicina”.
“Todavía más claro, si un médico se lleva mal con una familia eso no es competencia del Comité de Ética, aunque sí tratamos con la acción educativa que esas cosas vayan mejorando. Lo que es competencia del comité es cuando en una determinada situación clínica hay opciones que privilegian algunos principios en detrimento de otros y nuestra tarea fundamental es encontrar la mejor solución ética, que es aquella con el mejor equilibrio entre los principios en pugna”, explicó.
El profesional comentó también que se está ganando “reconocimiento del papel que el Comité de Ética juega de acuerdo a la calidad de la recomendación y ella depende en función del interés que pongan los integrantes del comité y del grado de profundidad a que haya llegado la discusión. No es que se deba llegar a una solución, sino que hay un abanico de posibilidades dentro de las cuales hay que elegir aquella que contemple el equilibrio ya citado. El comité tiene tres funciones básicas: normativa en cuanto a establecer reglas institucionales que recomendamos se pongan en marcha, función consultiva, que es fundamental con los casos clínicos concretos (puede traerlo el médico tratante o el propio paciente) con una sola exigencia y es que la persona que lo traiga tenga algo que ver con un compromiso directo.
Con relación al número de conflictos reales que se producen, los que terminan llegando al comité (esta es una referencia universal, no de Paysandú ni del Uruguay), es muy inferior al que podría llegar y en realidad estamos pidiendo tener más trabajo de discusión y deliberación para que el tratamiento bioético se universalice. Por eso más allá de la tarea con los funcionarios esto debe llegar a los pacientes, quienes deben tener conocimiento de que disponen de un representante y que ellos mismos deben buscar acceder al Comité de Bioética”.