Encontró cedula de identidad y quiso tramitar un crédito

Un conocido delincuente concurrió a una empresa de créditos ubicada en 18 de Julio y solicitó tramitar un préstamo; cuando se le solicitó el documento de identidad presentó una cedula que no coincidía para nada con su rostro, ni aparentaba tener la edad –teniendo en cuenta la fecha de nacimiento– que lucía en el documento. La funcionaria incrédula, le indicó que no se lo podía realizar, salvo que presentara la cédula original y verdadera, ante lo cual, el imputado comenzó a agredirla verbalmente y a amenazarla con romper todas las instalaciones. A todo ello los compañeros de la agredida, atónitos, trataron de calmar al sujeto. Al no poder controlarlo se solicitó la presencia de la Policía, la que concurrió inmediatamente a la entidad crediticia.
Los funcionarios policiales solicitaron al sexagenario sus datos personales, negándose éste a proporcionarlos, manteniendo su actitud desafiante y volviendo a exclamar a viva voz que rompería todo y que conocía dónde vivía el gerente, insistiendo que le dieran el préstamo de dinero.
Ante la continua actitud agresiva y descontrolada los uniformados procedieron a su detención. Una vez conducido a la Fiscalía letrada el hombre mayor de edad reconoció los hechos y adujo que la cédula la había encontrado tirada en la calle. Asimismo, se pudo corroborar que dicho documento había sido denunciado por su titular como extraviado en la vía publica, por lo que fue devuelto al mismo.
Llevado H.S.C.T ante la Justicia, aceptó tramitar la causa por proceso abreviado, mediante el cual se lo condenó como autor de un delito de estafa en grado de tentativa y un delito de violencia privada en reiteración real, a la pena de ocho meses de prisión, que se cumplirán de la siguiente forma: siete meses de prisión efectiva, con descuento de la preventiva sufrida y el mes restante deberá presentarse en la Seccional Policial de su domicilio una vez por semana.