Con una gran fiesta en Buenos Aires fueron recibidos los jugadores de River Plate, que ganaron la Copa Libertadores contra su tradicional rival, Boca Juniors, el pasado 9 de diciembre en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Los hinchas se lanzaron a las calles para saludar a sus ídolos.
Los jugadores llegaron desde los Emiratos Árabes Unidos –adonde viajaron tras obtener la Libertadores en la capital de España–, luego de quedar en el tercer puesto del Mundial de Clubes al Aeropuerto de Ezeiza, en donde se subieron a un ómnibus y comenzaron una caravana en la que los aficionados festejaron con banderas, silbatos y sus caras pintadas con los colores de River Plate.
Los jugadores después llegaron al Estadio Monumental para seguir el festejo en donde exhibieron el trofeo que los acredita como campeones de América y en donde los hinchas corearon los nombres de todos los miembros del plantel.
Los hinchas de River Plate no pudieron recibir a su equipo en el aeropuerto de Buenos Aires por razones de seguridad. Los jugadores descendieron del avión directamente en la pista del aeropuerto de Ezeiza, donde se subieron al ómnibus que les llevó al Monumental.
Esta decisión obedeció al intento de evitar desmanes en los festejos, que pudieran ocasionar daños en las instalaciones del aeropuerto o daños personales por aglomeración de personas.
