Servicio público, cultural y educativo

Aunque debiera, la conexión de las instituciones culturales con la sociedad no siempre es clara ni eficiente. En el caso de los museos uruguayos el importante respaldo de algunas propuestas como la “Museos en la Noche” o el Día del Patrimonio dan la pauta del interés del público por conocerlos y disfrutarlos, pero son las acciones pequeñas y menos mediáticas del día a día las que resultan realmente valederas para su posicionamiento como centros de cultura para la comunidad.
A través del tiempo, se ha pasado de visiones que conciben los museos casi exclusivamente como sitios de conservación y custodia a otras más modernas que entienden que no sólo deben aportar conocimientos y difundir acervos sino que también tienen un importante rol a desempeñar en cuanto al patrimonio cultural en sus más amplias manifestaciones.
Una de las definiciones más modernas proviene del Consejo Internacional de Museos (ICOM, 2007), que concibe al museo como una institución permanente, sin ánimo de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe el patrimonio tangible e intangible de la humanidad y su ambiente para propósitos de educación, estudio y deleite.
Felizmente en Uruguay es cada vez menos frecuente escuchar hablar de los museos con la exclusiva función de salvaguarda, conservación y exhibición de colecciones sino que están siendo concebidos como lugares de encuentro, donde los objetos patrimoniales aportan a la identidad cultural desde su rol de evidencias de la actividad de una determinada comunidad en el pasado, otorgándole a la institución nuevas funciones como servicio público, social y educativo.
También se ha avanzado en materia de políticas museísticas a partir de la instrumentación del Sistema Nacional de Museos cuyo objetivo es promover la profesionalización y el fortalecimiento institucional de los más de 220 museos existentes en el país. Además, actualmente se cuenta con un Registro Nacional de Museos y Colecciones Museísticas, que constituye una herramienta para la mejora de los museos y colecciones del país, al  establecer estándares en materia de servicios al público y de conservación y puesta en valor del patrimonio museológico. A su vez contribuye a la sistematización de información para promover y desarrollar políticas de fortalecimiento de los museos, a nivel nacional, regional y local.
Desde esa perspectiva, es evidente una mayor preocupación de las esferas gubernamentales y administrativas por la mejora de las condiciones de nuestros museos, la formación de sus recursos humanos y la coordinación de esfuerzos.
Estos nuevos instrumentos aportan una nueva visión de los museos, sacándolos del paradigma conservacionista y exhibicionista de objetos históricos a entidades de vasto alcance cultural y educativo y espacios de construcción de conocimiento y ciudadanía.
El cambio de paradigma museológico también tiene su expresión en la esfera y escala local. Recientemente tres museos uruguayos –el Museo Histórico Nacional, el Museo Histórico de Paysandú y el Museo Ciencia– integraron el selecto grupo de 8 proyectos latinoamericanos galardonados con el Premio Iberoamericano de Educación y Museos, que contó 192 candidaturas provenientes de museos de los países iberoamericanos, resultando el nuestro el país más premiado. Se trata de una novedad que confirma los avances logrados y evidencia el compromiso de los gestores y funcionarios con el desarrollo de propuestas de calidad para la ciudadanía.
Con una temática estrictamente local “Mujeres en Defensa”, el proyecto del Museo Histórico de nuestro departamento fue uno de los premiados con 10 mil dólares para llevar adelante su propuesta en el correr de 2019.
Se trata de una muestra itinerante que refleja el rol de las mujeres en la tercera Defensa de Paysandú, en tanto fue estructurada para recorrer diferentes centros educativos, en coordinación con la Dirección de Cultura, la Unidad de Género, Generaciones y Derechos Humanos, y el Ministerio de Desarrollo Social-Inmujeres.
Uno de los ejes fundamentales de este trabajo de Museos Departamentales está asociado a las reivindicaciones que, a lo largo del tiempo, han alcanzado las mujeres en el ámbito social, cultural, político y económico.
La distinción lograda por el equipo de Museos, además de un aporte económico, permite la incorporación de los museos de Paysandú a los bancos de buenas prácticas educativas, tal cual una de las principales premisas de Ibermuseos.
Otra experiencia interesante es la que se ha gestado alrededor del Monumento a Perpetuidad, cuyas esculturas en mármol constituyen una verdadera joya patrimonial que acaba de ser seleccionado por los Fondos de Infraestructura Cultural del Ministerio de Educación y Cultura para construir allí un centro de visitantes y un aula para recibir a los grupos estudiantiles que visitan ese espacio.
Un espacio que, más allá de su origen como cementerio hoy se destina al disfrute cultural de variadas propuestas y que ha trascendido su espacio físico a través de una exposición itinerante –denominada “El Monumento Invisible” y fruto del trabajo interinstitucional entre el Museo Histórico de Paysandú, estudiantes de la licenciatura en Archivología (FIC, UdelaR) y docentes y estudiantes de Secundaria de nuestra ciudad– que el verano pasado recibió miles de visitantes en el Museo Histórico Nacional (Montevideo) y posteriormente visitó otros departamentos del país.
Son logros significativos que es justo reconocer, que muestran la apertura de este tipo de instituciones culturales a la comunidad y que, a la vez, pueden beneficiarse del trabajo colaborativo con otras instituciones y la metodología de trabajo por proyectos concursables como una de las vías de financiamiento para realizar inversiones, acciones de difusión y formación de público.
No obstante, la tarea requiere del compromiso económico del gobierno departamental con inversiones concretas en rubros de gestión, desarrollo de la colección, seguridad y capacitación de sus funcionarios. Tradicionalmente los museos –al igual que las bibliotecas y archivos– han sido y en muchos casos siguen siendo las cenicientas de los presupuestos públicos, aunque se trata de instituciones que tienen un rol sociocultural relevante a desempeñar desde el lugar de crear lazos y conexiones entre el conocimiento, la información y el patrimonio con la comunidad local. En el caso concreto de los museos, la experiencia mundial los señala como un activo social con capacidad de realizar contribuciones concretas y valiosas a la ciencia, la cultura, el turismo y el desarrollo económico. Queda aún un largo trecho por recorrer.