Desafío enorme: con 21 años, Belén Brassetti se transformó en presidente de Bella Vista, tomando la posta que dejó Andrés Imperial. “Doy todo por Bella Vista”, afirmó la nueva dirigente, que todavía está intentando tomar conciencia de la responsabilidad que tendrá de aquí en más.
“Tuvimos una Asamblea, la comisión directiva que estaba hasta ahora contó que se retiraba, y estuvimos armando un grupo con la gente que está ahora en la comisión, y me pusieron al frente. Fue la única lista que se presentó”, remarcó la joven universitaria, que en este 2019 comenzará su tercer año de abogacía en Salto.
La frase “todo sea por Bella Vista” aparece en varias ocasiones a lo largo de la charla. Y se nota que está intentando mantener los pies sobre la tierra. “Nunca me imaginé estar de presidenta, pero haría cualquier cosa por el club. Estoy en Salto estudiando, vengo una vez a la semana, pero cuando no pueda estar, estarán mis compañeros. Y si tengo que venir, vendrá porque el tiempo siempre se hace”, remarcó.
Ayer comenzó a dejar constancias de las ideas y necesidades en un papel. “Hay que planificar lo que va a ser el año. Estamos viendo porque hay que hacer cosas, empezando por intentar recaudar dinero para poder empezar las prácticas, y además hacer reformas en la cancha y en los vestuarios. Evaluamos pasos a corto y largo plazo”, remarcó.
Belén asegura que no importa el género ni la edad. Por el contrario, “en Bella Vista la gente te da el lugar para colaborar. No importa si sos mujer o la edad, porque estamos para Bella Vista”, dijo, y dejó anotado que “no voy a dejar de estudiar, pero quiero tomar este compromiso”.
Belén afirma que habrá ayuda. Que los grupos de apoyo que se han conformado para colaborar con la directiva, estarán a la orden del día. “Vamos a contar con ellos y con toda la gente que se quiera arribar”, indicó. Mientras ya se puso a pensar en el aspecto deportivo, en el que tendrá al entrenador Christian Murieda como puntal (“a fines de enero vamos a ver qué pasa en el período de pases, pero en unos días hablaremos con el técnico por la idea y la propuesta”), la nueva presidente papal tiene como objetivo soñar con el éxito del club, y también “que la gente me quiera, que vea como quiero al club, que me vea laburando desde la buena fe, por y para Bella Vista”.
“Nos va a ir bien”, recita quien hace algunos meses estuvo en el ojo de la tormenta por una mala reacción ante un jugador de Estudiantil en un clásico. Pero, está claro, que todo quedó atrás. “Sabía que alguien iba a aparecer con eso, y fue lo primero, pero estoy tranquila”, dijo quien ya está haciendo historia al asumir el compromiso más difícil, al que no pudo negarse por el amor a Bella Vista. Lo que venga, es otra cosa.
