Otra jornada de intenso calor se vivió en la víspera en todo el país y la región (incluyendo Argentina y partes de Chile). En Paysandú la temperatura máxima de 34ºC se registró a las 15.42, cuando la sensación térmica alcanzó los 44,3ºC, de acuerdo a datos de la estación meteorológica de la Estación Experimental Dr. Mario A. Cassinoni (Eemac). La sensación térmica se calcula tomando en cuenta la temperatura, la humedad relativa y la velocidad del viento. El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) no incluye en la información que proporciona a la sensación térmica porque entiende que no es un valor preciso y solo sirve como indicativo.
De todas maneras todas las fuentes coinciden en que se vivió otro día de la ola de calor que afecta a la región. Tan así que la temperatura mínima de 24,2ºC se registró a las 5.53.
Se determina como ola de calor una alteración de la circulación atmosférica promedio de cada localidad. Básicamente, la forma en que sopla el viento en distintos niveles de altura puede inducir la sustitución de masas de aire por otras provenientes de otros lugares, con temperatura y humedad diferente. Cielos más despejados pueden también incidir, con el aumento de la radiación solar.
Inumet indicó en la tarde de ayer que la Ola de Calor sólo se mantendrá en el Norte del país hasta la jornada de hoy, dado que las temperaturas se ubicarán por encima de los promedios y muy cerca de las que se produjeron en días precedentes. Esta masa de aire calurosa, húmeda e inestable también continuará favoreciendo el desarrollo de tormentas y lluvias con variadas intensidades y de formas dispersas y aisladas en distintas zonas del país hasta el viernes 1° de febrero.
La ola de calor no solamente afecta nuestro país, sino que también se hace sentir en los países vecinos.
EN ARGENTINA
Santiago del Estero, Villa María, Ezeiza, Pehuajó, Reconquista, Mendoza y La Plata eran algunas de las más de 20 ciudades argentinas que al mediodía de ayer superaban los 40 grados de sensación térmica, según el Servicio Meteorológico Nacional del vecino país (SMN). La localidad mendocina de San Martín tuvo advertencia roja por las elevadas temperaturas.
EVENTOS EXTREMOS
Los cambios abruptos en el clima, que provocan por ejemplo -como en este enero- inundaciones o sequías, se deben a “un fenómeno que se denomina variabilidad intraestacional o semanal, agravada por el cambio climático que muestra sus efectos. Este patrón se caracteriza por influir en los períodos de lluvia de unos 10 o hasta 18 días, o más. Puede tener una fase húmeda y otra lluviosa, como esta, o seca. Por ejemplo, la ola de calor de diciembre de 2013 también fue el efecto de este fenómeno, pero, en ese caso, generó temperaturas extremas”.
Así lo explicó a una publicación especializada Carolina Vera, vicepresidenta del Grupo de Trabajo 1 del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), una iniciativa del Programa de Naciones Unidas para el Medio ambiente (Pnuma), y la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El Grupo de trabajo I evalúa los aspectos científicos del sistema climático y el cambio climático.
El cambio climático y la deforestación no son la causa principal de esta variabilidad, pero suman a ella. “El aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera promueve una mayor tendencia a la abundancia de lluvias en verano en la región. El cambio climático ha alterado la forma en que llueve. Hoy por hoy en el verano, las chances de que llueva en forma extrema son altas”, agregó Vera.