Nacional se adueñó de la Supercopa

Nacional se coronó campeón de la segunda edición de la Supercopa Uruguaya, al derrotar a Peñarol por penales en el Estadio Centenario, y de paso se tomó revancha del clásico que perdiera en el inconcluso torneo de verano.
En aquella ocasión las cosas no fueron bien para el tricolor, que rápidamente tomó nota y salió en búsqueda de jugadores que le dieran experiencia al equipo.
Y le dio resultado pocas semanas más tarde, más allá de que si había un favorito anoche era claramente Peñarol, con un equipo que se mantuvo armado y tiene en claro la idea.
Por eso este Nacional en formación plantó bandera rápidamente. La idea fue abroquelarse en el fondo, defenderse con una línea de cinco e intentar definir de contra, aunque con una salida en largo, que no le dio demasiado resultado.
Era de esperar que Peñarol dominara el trámite y el terreno. Y si bien el carbonero fue más durante la primera mitad, pudo solo en un par de ocasiones superar la muralla que plantó el tricolor en defensa.
Nacional no tenía margen de error, teniendo en cuenta la realidad con la que llegó a este clásico. Pero para sorpresa de muchos, fue el tricolor el que decretó la apertura del tanteador: pase largo de Cotugno, Santiago Rodríguez paró la pelota de gran manera en el área y levantó un pase medido al área chica para que ingresara el argentino Angeleri y, de cabeza, mandara la pelota a la red.
Peñarol, estaba claro, debía jugarse todo por el todo. Y en el complemento dominó abiertamente el trámite, pero sin tener la claridad necesaria, apostando demasiado a los centros desde tres cuartos de cancha. Hasta que llegó un tiro de esquina, una clara falta de Angeleri sobre Fernández que derivó en penal que Cristian Rodríguez tradujo en gol.
El “Cebolla” pateó fortísimo, al caño derecho del arco de Conde, que se tiró bien pero nada pudo hacer.
El tricolor intentó recomponer el equipo. Entró Kevin Ramírez pero solo estuvo minutos en cancha, ya que tras un choque quedó tendido en el piso, siendo sustituido por Bergessio.
Peñarol insistía y Nacional defendía con uñas y dientes, sufriendo la expulsión de Santiago Rodríguez cuando se iban los 90 minutos.
Nacional debía, entonces, afrontar el alargue con complicaciones extras. Y si la línea de cinco había sido el denominador común del albo a lo largo del partido, el equipo apostó todo a que no le convirtieran en esos 30 minutos extra.
Peñarol dominó abiertamente pero sin ideas, intentó abrir la cancha y los centros comenzaron a permitir que Conde se fuera transformando en figura.
El golero de Nacional se fue agigantando cada vez más, sobre todo después de dos tapadas espectaculares en una misma jugada, que permitieron mantener la igualdad para seguir peleando, hasta que llegaron los penales, no sin antes que “Palito” Pereira se fuera expulsado.
Y en la definición aparecieron las manos de Conde. Bergessio desperdició el primer remate de Nacional, que volvió a vivir con dos atajadas de Conde. El propio golero tuvo todo para cerrar una noche enorme, pero pateó desviado el tiro que podría haberle dado a Nacional el título.
Luego Hernández patearía arriba y Zunino no perdonaría para que el tricolor se quedara por primera vez con la Supercopa y festejara el primer título oficial de la temporada, gracias a las manos del capitán del equipo de Eduardo Domínguez.