La activación del sensor que posee la sucursal sanducera del banco BBVA causó que el local se llenara de humo y la alarma se hiciera sentir. El hecho ocurrió pasadas las 22 de la víspera.
De acuerdo a los datos recabados, una persona se encontraba en el habitáculo de cajeros automáticos cuando llegó la hora de cierre, y al ser un sistema automático, la alarma se activó. Ante ello, el cliente aguardó que arribara el encargado de vigilancia, que comprobó que se trataba de ese motivo.
Asimismo, debido a la concentración de humo, que podía verse en todo el salón, arribó personal policial a entrevistarse con el funcionario. Este explicó que debería estar un largo rato con la puerta del cajero abierta a fin que se disipara la niebla.
La utilización de protección antirrobo con niebla (vapor de agua y glicol) fue implementada por la entidad bancaria a fin de evitar el ingreso a los cajeros fuera del horario estipulado. En caso de intentar abrir, se activa el sensor y se lanza la niebla, lo que impide la visión dentro del recinto.