En ocasión de llevarse a cabo en la provincia de Entre Ríos un encuentro de automóviles antiguos o históricos, donde también se hacen presentes unidades que corresponden a la década del setenta, fue presentada lo que fuera originalmente una carroza fúnebre, montada sobre un chasis Dodge fabricado en Argentina e impulsada por el motor Stland Six, que fue una planta motriz muy usada y de muy buenos resultados dentro de la marca Dodge por aquellos años.
Con el devenir del tiempo, la carroza dejó de funcionar como tal y ahora es propiedad de Luciano Bruno, quien la utiliza para sus tareas particulares. Bruno decidió llevar su Dodge, que es de fabricación argentina, para la muestra a la que hacíamos referencia y allí estuvo expuesta entre un numeroso grupo de vehículos. El vehículo tiene instalado el mando de la caja de cambios en el volante, está provistos de frenos hidráulicos del tipo convencional, y su motor responde de buena manera.