La Justicia condenó a 10 meses de prisión efectiva a un hombre que había robado una motocicleta con la que se presume intentaría cometer otro delito. Personal del Grupo de Respuesta Táctica lo detuvo al notar una actitud sospechosa del hombre –recientemente liberado del INR– y su acompañante, cuando pasaron por donde realizaban un control rutinario.
De acuerdo a información obtenida por EL TELEGRAFO, próximo a las 20 del lunes, los efectivos se encontraban en avenida San Martín e Independencia cuando vieron que dos muchachos circulaban a bordo de una motocicleta sin luz, sin casco protector, a alta velocidad y a contramano. Les dieron la voz de alto para identificarlos pero huyeron por San Martín al oeste. La Policía implementó un rápido seguimiento, a la vez que se informó del hecho al Centro de Comando Unificado Departamental para solicitar apoyo.
A pocas cuadras, el conductor del rodado perdió el dominio y derraparon. Emprendieron la fuga a pie y uno le lanzó una piedra a la policía que los estaba corriendo. A pocos metros, fue detenido Robert Andrés Perfecto Vidiella, de 20 años, mientras su compañero de andanzas no pudo ser localizado.
La policía constató que la motocicleta Winner Orion en que se desplazaban, carecía de requisitoria en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública. A su vez, Perfecto Vidiella no pudo acreditar de dónde había sacado la motocicleta y se limitó a decir que no tenía los papeles.
Mientras la Policía trasladaba al detenido para realizar el examen de control en el hospital, la motocicleta –carente de llave de arranque– fue dejada en depósito de la Unidad de Investigaciones. Poco después, un hombre de 27 años se presentó en la Comisaría Segunda y denunció que cerca de las 19.30 había dejado su moto sobre la vereda de Vizconde de Mauá e Ituzaingó. Se comprobó que se trataba del mismo rodado del evento en la zona sur, por lo que le fue devuelto.
Una vez en la órbita penal, se resolvió la formalización de investigación y posterior juicio abreviado respecto a Robert Andrés Perfecto Vidiella –poseedor de antecedentes penales– por un delito de hurto especialmente agravado, imponiéndole la pena de 10 meses de prisión efectiva.