“El uso de niveles altos de nitrógeno puede acarrear enmalezamiento en campos naturales”, dijo Boggiano

“Estamos viendo que se confirman ciertas sospechas nuestras de que el agregado de nitrógeno, si bien es una herramienta para producir más en el campo natural, también es una herramienta peligrosa en cuanto al enmalezamiento que puede acarrear de los campos naturales”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Pablo Boggiano.
El citado profesional fue el responsable de la pasada jornada de pasturas, realizada en la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, junto al ingeniero agrónomo Ramiro Zanoniani, y dejó en claro que “lo estamos viendo en los niveles altos de uso de nitrógeno”.
Explicó que el tema del nitrógeno “es como se aplica, para promover a quien, y tener un control de las dosis”. Entiende que “pueden ser dosis bajas como las que utilizamos en la Eemac, en el orden de 60 kilos de nitrógeno por año, y no tiene que ser todos los años. Cuando se llega a determinados niveles de productividad, puede dejarse de utilizar, ya que hay un efecto residual que puede durar 3 o 4 años en esos niveles ya alcanzados de productividad”.
En la jornada, Boggiano se refirió al agregado de nitrógeno en otoño-invierno, “como forma de levantar las limitantes de producción invernal. Y estamos midiendo no solo la parte de producción de pastura y producción animal (ganancia de peso en los animales), sino también haciendo un seguimiento en cuanto a la estabilidad de esas pasturas, porque hay algunos indicios de que para las condiciones nuestras de esta región del país, el agregado de nitrógeno podría estabilizar esas pasturas, y llevarnos a un problema de enmalezamiento”.
“Hoy vemos que los datos de producción vienen confirmando los resultados que teníamos, con pasturas con nitrógeno en valores que superan los 400 kilos de ganancia de peso por hectárea y por año en los mejoramientos, confirmando los valores de otros investigadores de otras zonas del país, de entre 300 y 400 kilos de peso de ganancia vivo”, dijo el también director de la Eemac.
PASTURAS SEMBRADAS
En lo que respecta a pasturas sembradas, se visualizaron durante la actividad pasturas permanentes de primer año recién implantadas que llevan dos pastoreos, así como también de segundo año con diferentes dosis de fertilización nitrogenada.
El propósito de la investigación es evaluar los efectos que presentan en cuanto al suelo y a la residualidad de nutrientes; algunas llevan mezcla con leguminosas y otras no. En paralelo, se mostró una parte de fertilización nitrogenada en una pastura de tercer año así como una intersiembra de una pastura que lleva seis años con más o menos insumos –nitrógeno, fósforo, semillas, etcétera–. En este caso se visualizó el impacto y cuánto tiempo podría durar una pastura de este tipo.
CAMPO NATURAL
Se presentó también en la jornada, la intensificación de la producción de campo natural mediante dos manejos: el agregado de la fertilización nitrogenada y el agregado de leguminosas.
Allí hubo oportunidad para comparar el campo natural como testigo, sin ningún tipo de incorporación más que el manejo y las tecnologías de conocimiento; y el campo natural mejorado, con el agregado de trébol rojo, lotus tenuis y fertilización fosfatada. Asimismo se mostró una parte de campo natural a la cual se le agregan dos dosis de fertilización nitrogenada en forma de urea con fósforo al inicio, en cada otoño. El objetivo para esta instancia fue analizar no solamente la producción de forraje y la producción animal sino además la variación en la composición botánica como consecuencia de los tratamientos realizados.
“Es una linda forma de mirar porque abarcamos todo: lo más importante en cuanto al área de pasturas de nuestro país que es el campo natural, manejo de pastoreo, teniendo una muy buena producción de carne, hasta sistemas más intensivos, así como la sustitución y la intensividad dentro de las pasturas sembradas con diferentes propuestas que nos van a llevar a una gama de producción desde los 160-170 hasta los 700 kilos de carne y eso replicado al nivel de producción”, dijo Ramiro Zanoniani.
Recordó además el docente que toda esta área utilizada para la investigación de pasturas permite alcanzar una producción de alrededor de 60-70 novillos por año de raza Holando que significa una fuente de ingresos para la Eemac.
REPASO DE LAS INVESTIGACIONES
Durante la jornada, ambos técnicos ofrecieron un repaso de las investigaciones desarrolladas y sus resultados obtenidos en los últimos años. El trabajo analítico logrado mediante un proceso de larga data ha generado un cúmulo de información que está en condiciones de ser aplicado a nivel de predios productivos con un impacto interesante.
También se sumaron los docentes ayudantes, “la verdadera fuerza de trabajo”, encargados asimismo del procesamiento de datos y de generar las ideas para nuevas investigaciones: los ingenieros agrónomos Nicolás Caram y Felipe Casalás. También la ingeniera agrónoma, María Elena Mailhos, recientemente incorporada al equipo de trabajo.