La política de vivienda desarrollada por el Ministerio y el pago que hacen los beneficiarios de créditos hipotecarios, cambió las circunstancias en que había diferentes tasas de interés en los complejos habitacionales, por un sistema de subsidios a la cuota según las condiciones económicas de los beneficiarios, según explicó a EL TELEGRAFO el director nacional de Vivienda, Salvador Schelotto. Dijo que antes de 2008, se firmaban escrituras “a tasas muy variables”, entre el 2% y el 7%. Dijo que hubo una rebaja de la tasa al 2% como un estímulo para los buenos pagadores en cooperativas de muchos años, “aunque se hubieran escriturado a tasas superiores” pero desde 2008 se fijó la misma tasa para todas las viviendas financiadas por el Mvotma, cooperativas o no.
Sin embargo, atendiendo las diferentes situaciones, se fijaron subsidios entre el 30% y el 70% de la cuota para familias con bajos ingresos, en lo que definió como “una cuestión solidaria, que en un mismo grupo cooperativo, pero también puede ser que en otro sistema de la vivienda pública, haya personas que pagan el 100% de la cuota, otros pagan el 70%, otros el 50% y otros un 30%”.
Dijo que el cambio se da en cuanto “las cooperativas nuevas están en otra situación que es el subsidio a la cuota, que establece una condición diferencial de acuerdo a las características de cada núcleo familiar y de cada situación de ingresos”.
“Tenemos afortunadamente un mapa cooperativo muy amplio, el sistema es bueno y da viviendas de calidad y que además a través de la ley da subsidio a la cuota, habilita un mecanismo de redistribución social, que es que cada quien paga de acuerdo a sus ingresos y la composición de su núcleo familiar, con lo cual hay una condición de permanencia en la vivienda que está asegurada, porque las dificultades que pueda tener una familia en sus ingresos que compliquen sus posibilidades de repago, están amparadas por el subsidio”, afirmó el jerarca ministerial.
