Tres virus diferentes causaron el brote de la enfermedad “manos, pies y boca”

Uno de los técnicos del Laboratorio de Virología Molecular,del Cenur Litoral Norte de la Universidad de la República.

Desde hace algunos años, en Uruguay se registran brotes de la enfermedad “manos-pies-boca”, que afecta particularmente a los más pequeños. Si bien hay medidas de prevención –como la higiene– y la importancia de consultar al médico ante cualquier duda, en el caso del brote sanducero se descubrieron otros detalles.
Tal como informáramos oportunamente, en los meses de abril y mayo, un brote de una enfermedad viral mantuvo en alerta a los sanduceros, al verse afectados más de 170 niños menores de 10 años. En efecto, ante la ausencia de información oficial, EL TELEGRAFO publicó en la edición del 23 de mayo pasado que “trascendió que varios niños de dos Centros CAIF están con este problema, pero también afecta a otros que no van al jardín, ni tienen contacto muy extenso con otros niños. En tanto, el CAIF Centro, fue cerrado (por un día) por tareas de limpieza profunda e higiene”.
La mayoría de los reportes fueron desde instituciones educativas o de cuidado, donde los casos se propagaron rápidamente, llevando a que las autoridades educativas resolvieran cerrar de manera preventiva algunos de estos centros con el fin instaurar desinfecciones exhaustivas de superficies y objetos con los cuales los niños tuvieran contacto.
Se trataba de la conocida “enfermedad manos-pies-boca”, la cual se presenta como un cuadro febril, con malestar generalizado, y la aparición de una erupción a nivel de plantas de los pies y palmas de las manos, y/o alrededor de la boca, y en mucosa oral, formando ampollas que pueden ser muy dolorosas. El cuadro dura en promedio una semana, y debilita muchísimo a los niños, sobre todo a los más pequeños.
El contagio es muy simple, ya que se transmiten por la vía fecal-oral, es decir, mediante contacto con materia fecal, o superficies u objetos contaminados con esta, o mediante contacto con el líquido contenido en las ampollas, cuando éstas se presentan. Si bien la mayoría de los casos se resuelven espontáneamente al cabo de pocos días, se han descrito en otras partes del mundo, situaciones que pueden evolucionar hacia cuadros neurológicos más complejos.

EL ESTUDIO DE LOS VIRÓLOGOS
Un informe del Laboratorio de Virología Molecular de la sede Salto de la Universidad de la República (UdelaR) establece que “la magnitud del brote ocurrido en Paysandú meses atrás, con la implicancia social que significó en tanto muchos niños perdieron días de clase, y debieron ser suspendidas diversas actividades con el fin de frenar la propagación de la enfermedad, plantea la necesidad de estudiar más en profundidad las características de esta enfermedad, y el impacto que puede llegar a tener en nuestro país”.
Por eso, desde el Laboratorio de Virología Molecular del Cenur Litoral Norte de la Universidad de la República (UdelaR), se colaboró con el equipo de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección Departamental de Salud de Paysandú, en coordinación con los equipos de pediatría de la Red de Atención Primaria (RAP) de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y de la Corporación Médica de Paysandú (Comepa), así como con la Cátedra de Pediatría de Facultad de Medicina-UdelaR, con el objetivo de conocer qué virus fue el responsable de este brote.
Andrés Lizasoain y Rodney Colina, ambos investigadores del Laboratorio de Virología Molecular, brindaron información al departamento de comunicación del Cenur.

FUERON TRES VIRUS DIFERENTES
“Lo interesante que pudimos constatar mediante el estudio de este brote que sucedió en Paysandú, fue que en realidad, no era un único virus que estaba circulando, sino que eran tres virus distintos”, dijeron los especialistas. “Si bien los tres están muy relacionados genéticamente porque pertenecen a un mismo grupo de virus conocidos como Enterovirus Humanos, presentan características propias, que pueden derivar por ejemplo, en diferentes presentaciones del cuadro clínico”.
De los casos que estudiaron, que fueron aproximadamente una cuarta parte de los que se reportaron, “la mayoría fueron causados por un virus que se denomina Coxsackievirus A6. Este es un virus que hasta hace unos 10 años, estaba bien caracterizado por generar cuadros de dolor de garganta en niños pequeños, sin embargo desde 2008 cuando se reportó por primera vez como causante de un brote de enfermedad “manos-pies-boca” en Finlandia, se ha vuelto emergente a nivel global, llegando a ser el más frecuentemente detectado en brotes de esta enfermedad en el continente asiático, donde ocurren grandes brotes epidémicos. Ello nos habla de la rapidez con que estos virus evolucionan, y de la importancia de estudiarlos y conocerlos bien a fondo cuando están presentes y circulando en nuestras comunidades”.

UN ANTECEDENTEEN PUEBLO BELÉN
Detallaron que “desde el Laboratorio ya habíamos reportado a este Coxsackievirus A6 en un brote de ‘enfermedad manos-pies-boca’ ocurrido en el pueblo Belén (Salto) el año pasado. También fue reportado recientemente en Brasil y en Argentina. Pero las cepas que detectamos en Paysandú y en Salto, que son muy parecidas entre sí, también son muy parecidas a cepas que circularon recientemente en Europa, y no tanto a aquellas que se reportaron en los países vecinos”.
“Además del Coxsackievirus A6, también relacionamos algunos casos con otro virus, el denominado Coxsackievirus A16, el cual es un virus muy frecuentemente asociado a esta enfermedad, por lo general a los cuadros más leves, y está bien descrito a nivel mundial, aunque con escasos reportes en la región sudamericana, y ninguno en nuestro país”.
“Por último detectamos un único caso, de un Coxsackievirus A10, que nos llamó bastante la atención porque si bien está documentado que aparece en menor frecuencia que los anteriores, y eso justamente lo vimos en Paysandú, es un virus emergente, al que se le está prestando mucha atención en Asia. Y además porque el Coxsackievirus A10 que detectamos en el brote de Paysandú, sería a nuestro entender, el primer caso de la ‘enfermedad manos-pies-boca’ asociado a este virus, en las Américas (sin contar a los Estados Unidos). Lo estamos estudiando más a fondo con colegas del Polo de Genómica y Bioinformática del Cenur del Litoral Norte, porque queremos estimar desde qué parte del mundo ingresó este virus a nuestro país, algo que se puede hacer mediante programas bio-informáticos, con el fin de conocer un poco más su origen, y el historial epidemiológico que acarrea”.

HAY OTRO VIRUS, MÁS PELIGROSO
Además, los técnicos establecen que “hay un virus emparentado a estos otros, que se denomina Enteroviru A71, y tiene una relación mucho más fuerte con casos más severos y con complicaciones de la enfermedad. Por suerte ninguno de los casos que estudiamos está relacionado a este virus. Pero estábamos preocupados porque ya detectamos este virus en nuestro país, mediante el estudio de las aguas residuales domésticas. El virus está circulando, por ahora lo está haciendo de manera silenciosa, sin generar casos sintomáticos. Por eso es importante, que se eduque a la población, sobre todo a los más chicos, sobre prácticas de lavado de manos y que las ciudades realicen tratamiento de sus aguas residuales con el fin de remover los patógenos que estas contienen, antes de verterlas a los cursos naturales de agua, así como también es importantísimo que los centros educativos y de cuidado, ejemplo escuelas, guarderías, centros CAIFs, que presenten casos, así como los centros de salud, notifiquen los casos de ‘enfermedad manos-pies-boca’ a los equipos de Vigilancia Epidemiológica de cada Dirección Departamental de Salud del MSP”.
Los investigadores responsables del proyecto fueron el doctor Rodney Colina y el magister Andrés Lizasoain del Laboratorio de Virología Molecular, Departamento de Ciencias Biológicas, Centro Universitario del Litoral Norte, Universidad de la República. Colaboraron en la investigación las licenciadas Sofía Piegas y Nataly Rodríguez responsables de Vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud Pública en Salto y Paysandú respectivamente.