Un domingo gris para una brillante jornada democrática

En el circuito ubicado en la Escuela 91 votaron ciudadanos muy jóvenes de la serie KAA.

“Hay que votar por un país nuevo”, dijo un anciano apoyándose en su bastón mientras abandonaba uno de los dos circuitos ubicados en la escuela 1. Apenas habían pasado 15 minutos de las 8 de la mañana, de la apertura de los circuitos. No explicó exactamente qué quiso decir; nadie le preguntó, por ese clásico respeto uruguayo por la disidencia de otros ciudadanos.
El cielo estaba plomizo y en las calles el tráfico era intenso, lo que generó varios accidentes, ninguno de gravedad. Los móviles partidarios identificados con banderas llevaban votantes a los diferentes sitios de votación. Muchos más se movían por sus propios medios. Incluso se apreció buen número de votantes en aquellos circuitos donde sufragaron los más jóvenes, quienes tradicionalmente concurren más tarde.
Parecía que se vivía de manera diferente la elección del Parlamento, de los candidatos a la Presidencia más votados para una segunda vuelta (el escrutinio determinaría que ninguno alcanzó la mayoría para ganar en primera) y de las Juntas Electorales.
Sin embargo, más allá del movimiento inusitado la calma era total, aún cuando en algunos lugares la Policía tuvo que controlar a algunos exaltados por obra y gracia de bebidas alcohólicas. Los circuitos se instalaron en su gran mayoría en hora, con excepción del 41, inicialmente ubicado en la Escuela de Bellas Artes que debió ser trasladado al Centro Universitario.
En el interior del departamento, en Arroyo Negro y en Arroyo Malo la falta de energía eléctrica complicó la situación, especialmente en el primero de los nombrados. Un vecino acercó solidario un generador.
A diferencia de las elecciones internas, no se utilizaron muchos suplentes y no fue necesario hacer uso de los integrantes de mesa “retenes” que pueden ser enviados a cualquier lugar del departamento, según la necesidad.
Hacia el mediodía entre el 30% y el 35% había sufragado. Muchos seguían mirando al cielo, que no abandonaba el gris e Inumet imponía Alerta Amarilla para nuestra región. Sobre las 14 horas el porcentaje de sufragantes había aumentado en promedio al 50%.
Fue entonces cuando primero muy serenamente y luego con algunos chaparrones el domingo se convirtió en un día lluvioso. Hasta prácticamente el cierre de circuitos en varias partes de la ciudad había largas filas. En la Exposición Rural Feria, en cambio, a media tarde solamente quedaban por votar 6 habilitados, aún cuando era posible llegaran electores para votar Observado.
Por la noche, sobre las 20.28 arribó al Estadio “8 de Junio” la primera urna, circuito 270, precisamente ubicada en el lugar antes mencionado con 260 sufragios.
Más allá del acto eleccionario, el paseo por 18 de Julio de los domingos se mantuvo como buena tradición sanducera que es. En los clubes políticos crecía la ansiedad y sobre las 20.30 comenzaron a conocerse las primeras tendencias señaladas por las empresas encuestadoras.
No hubo festejos; quedan para noviembre. Cuando los uruguayos volveremos -el 24- a las urnas, esta vez para dirimir quién será el próximo Presidente de la República. Democráticamente, como debe ser.