En 2020, Uruguay y China cumplen 65 años de relaciones comerciales

Parlamentarios uruguayos, encabezados por el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Rodríguez Camusso, cuatro años después del establecimiento de relaciones comerciales, cerraron un acuerdo parlamentario con China, en 1959.

El 2020 será otro año importante para Uruguay y China desde que se cumplirán los sesenta y cinco años del establecimiento de relaciones comerciales, que se iniciaron tras la suscripción, el 17 de diciembre de 1955 en Beijing, de la Declaración Conjunta sobre el Desarrollo de Relaciones Comerciales entre la República Oriental del Uruguay y la República Popular China.
Pocos años después, en 1959, se estableció el intercambio parlamentario y en 1988 las relaciones diplomáticas con la República Popular China.
Pero el primer acercamiento al gigante asiático fue a través del comercio. En 1955 el cónsul de Uruguay en Hong Kong y agente comercial del gobierno uruguayo en Beijing Mauricio Nayberg encabezó la misión comercial que respondió a la invitación del entonces primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de China Zhou Enlai. Según detalló en sus informes a la Cancillería en Montevideo, el diplomático uruguayo fue recibido en audiencia por el propio Zhou y también mantuvo contactos con altos funcionarios de los Ministerios de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior chinos.
La Declaración Conjunta, suscrita por Nayberg y Loo Si-Chang, ministro asistente de Comercio Exterior de China, estableció el interés de ambas partes en desarrollar sus relaciones comerciales sobre la base de la igualdad y el beneficio mutuo, a través del intercambio de delegaciones empresariales y la instalación de oficinas de representación comercial en las capitales de cada país. En este marco, durante la visita de Nayberg a Beijing, se firmó una carta de intención comercial entre particulares uruguayos y chinos por un monto superior a las 114.000 libras esterlinas.
Desde entonces, el flujo comercial entre Uruguay y China ha tenido una expansión extraordinaria, en claro beneficio de ambas naciones. China es desde el año 2013 el principal socio comercial de nuestro país, responsable de cerca del 30% del comercio de Uruguay con el mundo.
VISITAS PRESIDENCIALES A CHINA
Uruguay y la República Popular China establecieron relaciones diplomáticas en 1988. En noviembre de ese año el entonces presidente de la República, Julio María Sanguinetti, visitó el país asiático. En los siguientes periodos de gobierno los mandatarios uruguayos visitaron China. Luis Alberto Lacalle en 1993, la segunda visita de Sanguinetti en 1997, Jorge Batlle en 2002, Tabaré Vázquez en 2009, José Mujica en 2013 y nuevamente Vázquez en 2016. El presidente electo Luis Lacalle Pou ya ha sido invitado por la República Popular China a visitar esa nación.
DETALLES DE LA BALANZA COMERCIAL ENTRE AMBOS PAÍSES
El Departamento de Inteligencia Competitiva de Uruguay XXI informó que las ventas de Uruguay hacia China crecieron un 17,3% en el quinquenio 2013-2018. El último año la balanza comercial con el principal socio fue superavitaria en 6 millones de dólares. La carne bovina congelada, con 43,3% (729 millones de dólares), y la soja, con 23,3% (392 millones de dólares), fueron los principales productos exportados hacia ese destino en 2018.
En 2018 fueron vendidos productos y servicios uruguayos a China por 1.684 millones de dólares; y los que fueron importados de ese destino totalizaron 1.678 millones de dólares, lo que representó una balanza comercial favorable a nuestro país en 6 millones de la moneda estadounidense lo que determina una balanza comercial estabilizada.
De acuerdo al índice de complementariedad comercial, una metodología que se utilizó para definir las ventajas comparativas de Uruguay para exportar a China, se detectaron oportunidades comerciales para los despojos y subproductos cárnicos, los pescados y productos de mar, los artículos de limpieza, el cuero y sus manufacturas, la lana y los tejidos, la miel natural, la madera y los productos de madera y el arroz.
En materia de inversiones extranjeras directas en Uruguay, se concretó un fuerte flujo en la última década. Este proceso se acentuó en los últimos años, entre otros motivos, a partir del régimen de promoción de inversión y de la instalación de algunas inversiones extranjeras de gran envergadura.
A nivel sectorial, el informe destaca las inversiones en el sector industrial, dentro de una amplia variedad de sectores impulsados por los capitales asiáticos. Se concentran en áreas como el de comercio de maquinaria y equipos, de granos, semillas y oleaginosas, en las industrias cárnica, automotriz, energética, textil, química y plástica, así como en telecomunicaciones, transporte, autopartes y tecnología.
LOS PRIMEROS ONCE MESES DE 2019
El año 2019 -en tanto- culminó con un saldo positivo a las exportaciones uruguayas hacia China aun cuando el aumento del comercio exterior fue leve, ya que las ventas crecieron 0,7% en comparación a 2018, en parte por el impacto de las tensiones entre Estados Unidos y China.
Según los datos y el informe publicado por Uruguay XXI el 2019 marcó el tercer año consecutivo de crecimiento de las exportaciones, luego de la caída registrada en 2015 y 2016 con descensos de 11,6% y 7,3%, respectivamente. El producto de exportación que sufrió más los impactos de la disputa comercial fue la celulosa, que experimentó en el año recién finalizado una baja de 8% frente al 2018.
“La tensión comercial entre China y Estados Unidos generó una retracción en la demanda del gigante asiático, a lo que se sumó un incremento de los stocks mundiales con la entrada de más oferta en los principales países productores”, analizó Uruguay XXI en el informe respecto a la celulosa. La caída en las ventas totales del producto ocurrió a pesar que hubo un incremento de 1% en el volumen vendido.
CAMBIOS EN LOS PRÓXIMOS AÑOS
El director ejecutivo de Ceres (Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social), Guillermo Tolosa, indicó en reciente entrevista que durante los próximos años, Uruguay deberá prepararse para una potencia asiática que crecerá a tasas más modestas por una transición que está procesando en su modelo de desarrollo.
El académico de Ceres explicó que los gobernantes chinos están asumiendo que las exportaciones ya no van a ser el motor de su crecimiento a futuro y por ello ahora están “apuntando sus fichas” a otras áreas. Por ejemplo, en los últimos meses hubo un esfuerzo marcado en mejorar el clima de inversión extranjera, quitando algunas restricciones.
Tolosa indicó que el “nuevo modelo de crecimiento” chino vendrá ahora por el lado del consumo y no por la inversión pública-privada en infraestructura local o las exportaciones. De hecho, la importación de alimentos del gigante asiático hoy está cayendo, más allá de que Uruguay está aprovechando la ventana temporal que abrió en su principal mercado la peste porcina africana, que provocó una fuerte demanda no solo de carne porcina sino también vacuna uruguaya.
Para Tolosa los próximos años avizoran menores exportaciones a China en la medida que su población ha alcanzado un nivel de ingresos que tienen consumos de calorías similares a los países desarrollados, por lo que ahora el consumo se centrará por fuera de los alimentos, precisamente el sector de mayor exportación de Uruguay.