Prevenir el estrés térmico en los animales de producción es posible y conlleva varias ventajas

Algunos de los síntomas más claros del estrés calórico son la disminución en el consumo de alimentos, el aumento de la frecuencia respiratoria y la sudoración.

Ante el aumento de la ocurrencia de eventos extremos tales como olas de calor, inundaciones o tormentas de intensidad, es recomendable que los productores agropecuarios se vayan adaptando a tales cambios, tomando medidas para disminuir los efectos perjudiciales en varias áreas, por ejemplo en los animales de producción.
Al respecto, el ingeniero agrónomo Nicolás Rubio, técnico responsable de la Unidad Ganadera de Unicampo, indicó a EL TELEGRAFO que “estos eventos de elevadas temperaturas, generalmente de corta duración, afectan en gran medida a los animales en el campo provocándoles estrés térmico”. Añadió que el estrés por calor “ocurre cuando los animales no pueden disipar una cantidad adecuada de calor para mantener el equilibrio térmico corporal. No solo la temperatura provoca este estrés, sino que otros factores como la humedad y la radiación solar también influyen”.
Con base en ello, se creó “un índice denominado ITH (índice de temperatura y humedad), que es una herramienta muy utilizada a nivel mundial para evaluar la magnitud del estres térmico. Varias investigaciones coinciden en que por encima de 75 existe una zona de calor de alerta para el ganado”.
“A nivel productivo, evaluaciones realizadas por el INIA han demostrado, en el caso de la lechería, por ejemplo, aumentos de 5% en producción de leche cuando los animales cuentan con sombra adecuada. En corrales de feedlot, la magnitud es aún mayor, habiendo respuestas de hasta 15% de mejora en la ganancia media diaria y un 7% en la eficiencia de conversión. En condiciones de campo, el efecto de la sombra produjo aumentos de hasta 14% en la ganancia media diaria”, ejemplificó el ingeniero de la Unidad Ganadera de Unicampo.
Profundizó diciendo que también la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), de Facultad de Agronomía, ha investigado el impacto de la sombra en verano, en condiciones de pasturas y de campo natural asociado a forestación, con montes de eucaliptos. En ambos casos, los resultados fueron favorables para los tratamientos con sombra, con diferencias en ganancias diarias en torno a los 200 gramos por día. En el caso de las pasturas, los animales eran manejados con pastoreo horario; en las horas de mayor radiación solar eran trasladados a un área con sombra y agua”.
Aseveró que tales resultados “nos llevan a tener certezas que en la estación estival en Uruguay si bien en promedio difícilmente se alcancen ITH mayores a 75, el efecto de la sombra sigue siendo de gran importancia y tiene un impacto positivo en la producción”.
POSIBILIDADES
A nivel mundial se han desarrollado diferentes estrategias para mitigar el efecto del estrés térmico. “El uso de sombra, ventilación y rociado de agua, junto con otras herramientas para reducir la temperatura que rodea al animal, son técnicas efectivas para hacer frente al calor. Sin embargo, la rentabilidad de introducir estas tecnologías varía según el sistema. Tal vez para un sistema lechero podría ser rentable, pero no es aplicable para el manejo extensivo del ganado. Para estos casos, la sombra parece ser la tecnología más utilizada en las grandes empresas ganaderas, y dentro de la sombra, la utilización de árboles parece ser la más económica, práctica y sencilla”, enfatizó.
Entre las medidas de manejo, “el pastoreo nocturno o en horas de baja intensidad de la radiación también es muy recomendable, sobre todo en establecimientos que cuentan con facilidad para trasladar los animales. Desde las 10 hasta las 18 horas, los animales pueden mantenerse en lugares con sombra, monte o techo, con buen acceso a agua y el resto del día largarlos a que pastoreen. Este método es barato, además de utilizar de manera más eficiente el pasto. También es muy importante que los animales dispongan de agua fresca. En el caso de no poder realizar este manejo, se debe asegurar el acceso a sombra ya sea por montes artificiales, naturales o por espacios techados tipo mallas sombra o chapas. En el caso de techos artificiales, tener presente el espacio por animal y la altura del techo. Es recomendable que la sombra tenga 4 metros de altura y el espacio sea de al menos 4 metros cuadrados por animal. La orientación de la sombra y la inclinación del techo también son importantes”.
“Por otro lado, en casos de feedlot es recomendable modificar el horario de alimentación para que no coincida con los horarios de mayor ITH. Además, se recomienda el uso de alimentos que reducen el uso de energía para la digestión, por ejemplo alimentos de alta calidad y alto contenido de energía por unidad”, especificó Rubio.
LOS MÁS AFECTADOS
El ingeniero aclaró que “cuanto mayor es el nivel productivo del animal, menor es la resistencia a eventos extremos del ambiente o a condiciones limitantes de producción”.
“Razas como las cebuinas (Bos Indicus) debieron durante muchísimo tiempo adaptarse a condiciones muy limitantes. Estas razas fueron seleccionadas naturalmente para sobrevivir. Por estas razones, estos animales no responden de la misma manera que razas como Aberdeen Angus o Hereford cuando las condiciones de producción son buenas. Sin embargo, en condiciones extremas, estas razas se comportan mucho mejor que otras razas de mayor producción”, ejemplificó.
“Desde el punto de vista de la temperatura, las razas británicas como Aberdeen Angus son originarias de zonas templadas en relación con las razas cebuinas, que son de zonas tropicales, por lo que en invierno producen muy bien, pero en verano su performance se ve muy comprometida”.
SÍNTOMAS DE ESTRÉS CALÓRICO
Algunos de los síntomas más claros del estrés calórico son “la disminución en el consumo de alimentos, el aumento de la frecuencia respiratoria y la sudoración. Además de tener claro estos síntomas, es importante también tener en cuenta cómo reacciona fisiológicamente el animal frente a esta situación”, explicó el profesional.
Pero no solo se trata de síntomas en el animal, sino que también deben darse ciertas condiciones ambientales para la aparición de estrés térmico.
En tal sentido, el INIA cuenta con una herramienta (http://www.inia.uy/gras/Alertas-y-herramientas/Prevision-ITH-Vacunos/Prevision-ITH-carne) para poder predecir el índice de ITH. Esta herramienta sirve de alerta para tomar precauciones y sobre todo para no organizar tareas con los animales cuando existe riesgo de ITH elevado.
“En los casos en que el animal se encuentra en una situación extrema, donde ya ha agotado todos los mecanismos fisiológicos y metabólicos para disipar el calor y el riesgo de vida es muy alto, debemos de cualquier manera intentar disminuir la temperatura corporal del animal. Para esto las medidas más exitosas son el uso de agua y la ventilación”, puntualizó.