Apareció muerto un yacaré de alrededor de 1,6 metros de largo en las costas del arroyo San Francisco, y se sabe que al menos hay otro que vive en ese curso de agua, en una zona a unos 10 kilómetros al Norte del centro de la ciudad, aguas abajo de donde finalizaría bulevar Artigas.
El caimán -por su nombre científico- fue encontrado el miércoles fuera del agua, y presentaba una herida de bala.
Uno de los vecinos consultado por EL TELEGRAFO, dijo que desde hace unos ocho meses fueron vistos por primera vez, aunque “no sé cuantos serán, yo vi uno chico como este y uno más grande, de unos dos metros”. Relató que “desde ese momento se encontraron las redes de los pescadores rotas, con agujeros grandes que no eran causados por un tronco, y desde esa fecha empezaron a desaparecer los patos, que ahora ya no hay”. Agregó que hace algún tiempo uno de los animales mordió el remo de un pescador. Sobre si se registró algún caso de animales domésticos como perros, vacas u ovejas que hubieran desaparecido o presentado heridas, dijo no saber de ningún caso.
El lugar, años atrás, era utilizado como lugar para paseos y baños recreativos en las aguas del San Francisco, pero ahora no es frecuentado por personas, ya que hay que llegar a pie en el último trecho, ya que la calle continuación de Roldán termina unos cientos de metros antes del arroyo. Sin embargo, a veces se ven personas que están navegando en canoas de paseo, y también chalanas de pescadores.
Este reptil puede llegar a vivir unos 70 años, pesan entre 80 y 90 kilos y su hábitat es un lugar con agua, húmedo y con monte natural.
