Altas temperaturas y falta de lluvias baja remisión de leche en tambos de la región

Aunque la situación en la región litoral norte no es tan crítica como en el sur del país, los tambos de esta zona han visto disminuida la remisión a plantas, a causa de las altas temperaturas y la falta de precipitaciones desde hace varias semanas.
“Venimos con un déficit hídrico que se acrecentó en estos días por las altas temperaturas y la evaporación también”, señaló a EL TELEGRAFO, Gerardo De Souza. “A esto se suma que se está trabajando en la implantación de los cultivos y pasturas de invierno, y se necesita imperiosamente que llueva para normalizar la situación”, dijo.
Sobre la remisión de leche a la planta de Claldy, el presidente de la Asociación de Productores de Leche d- Paysandú (APLP), indicó que “veníamos bastante bien en enero y febrero (un poco mejor que el año pasado debido a las buenas lluvias), pero últimamente se ha complicado bastante por la falta de agua”.
Reconoció que los productores “están usando las reservas para el próximo otoño e invierno para mejorar los partos que se vienen”.
Acotó que “los tamberos de la zona cada vez toman más previsiones.Tienen más bebederos, han colocado más sombra para el ganado, aunque siempre hay más cosas para hacer”.

PREVISIÓN POR ESTRÉS CALÓRICO

La previsión para estrés calórico en animales lecheros y en ganado de carne es peligrosa durante toda esta semana, según la actualización que realizó en las últimas horas el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
Los mapas son categóricos al mostrar la compleja situación que deben enfrentar los animales por estas horas. Ante esto, INIA emitió un comunicado donde señalan que “se viven puntualmente situaciones de déficit hídricos severos en otras zonas del país. También, que hay diferencias importantes entre zonas y entre sistemas productivos, por lo que se debe analizar cada situación y tomar decisiones de acuerdo con las necesidades de cada caso”.
El déficit hídrico actual hace que el crecimiento del pasto (pasturas y cultivos) se vea reducido a cero. En muchos tambos, incluso ya se han agotado las reservas para suplir esta falta de pasto. El estrés calórico de verano complica aún más el bienestar y la producción de los animales. Sin alimento disponible, no es posible producir leche.
Ante este escenario crítico, solo queda aceptar la situación, analizar bien con qué se cuenta, qué se necesita, y qué se puede hacer. Frente a un verano seco, el principal objetivo es minimizar el impacto de la sequía y salir de ella protegiendo lo más posible la producción y el resultado económico del año.

GASTAR POCO

Ante la escasez de alimento, es clave gastar poco, y lo que se gaste hacerlo donde la respuesta sea técnicamente segura. Para ello, maximizar la respuesta al suplemento, priorizando las vacas frescas, así como el preparto.
Se entiende importante lotear animales según estado fisiológico. El criterio puede ser que las vacas con más de 200 días de lactancia, preñadas y en estado corporal adecuado formen un lote de “baja”. Las vacas vacías y con estados corporales subóptimos son candidatas a ser refugadas. Es la oportunidad de hacer secados anticipados o descartes voluntarios.
Dependiendo del estado con que se secan las vacas, se podrían llegar a lotear también las vacas secas, al menos en el primer mes en, por lo menos dos lotes, según proximidad a la fecha de parto y condición corporal, para afinar el detalle de la alimentación con ajuste a la realidad. También, diferenciar la asignación de concentrados, aprovechando la buena respuesta a la suplementación con concentrados en vacas de lactancia temprana (que puede ser de 1 a 1,5 litros por kilo de concentrado).
Se debe pensar en el aporte proteico. Otoño e invierno son estaciones con falta de proteína en las dietas por la limitación de verde, especialmente en lotes de punta. Evaluar el uso de urea o concentrados proteicos. Optimizar la eficiencia en el uso de recursos alimenticios: minimizar lo más posible las pérdidas de alimentos, a través de un cuidadoso almacenamiento y suministro en el campo, usando aros para los fardos (de ser posible, incluir una parte en la mezcla) o comederos para el silo y concentrados.
Evitar dar en el piso, ya que en este caso los desperdicios pueden ser de 30% o superiores. Asegurar un adecuado espacio en el comedero (proveer al menos 70 centímetros por vaca) y hacer lectura periódica para chequear desperdicios y confirmar que los animales están consumiendo dentro de lo esperado. Mantener los comederos limpios para evitar rechazos innecesarios.

REDUCIR EL ESTRÉS ANIMAL

Como el alimento es escaso y las condiciones ambientales pueden ser estresantes, hay que intentar darle un ambiente lo más confortable posible a los animales, sin gastar mucho dinero. Asegurar sombra suficiente. Resultados de investigación de INIA han demostrado que vacas lecheras de alta producción, con acceso a sombra durante el verano, produjeron en promedio 5 litros más de leche corregida por sólidos que vacas que no tuvieron acceso.
Proveer a los animales de sombra. En caso de no tener sombra permanente en el corral de espera, colocar una sombra provisoria. A través de la herramienta Previsión ITH Lechería se puede prever cuándo habrá condiciones de estrés.